“Hablar de paz y hacer la guerra”, tarea de Villegas | El Nuevo Siglo
Lunes, 22 de Junio de 2015

“Hablar de paz y hacer la guerra, pues también requiere una persona de unas cualidades muy especiales”, manifestó el presidente Juan Manuel Santos durante la posesión de Luis Carlos Villegas como ministro de la Defensa Nacional, en reemplazo de Juan Carlos Pinzón. 

“Hay que hacer una especie de trabajo paralelo: proyectar las Fuerzas Armadas hacia el momento en que logremos la paz y al mismo tiempo no descuidarnos, no bajar la guardia para poder lograr esa paz”, indicó el mandatario.

El presidente señaló que actualmente la búsqueda de la paz se encuentra en un punto de inflexión en el que se hace necesario “mirar hacia el futuro, pero seguir con los pies en la tierra, seguir combatiendo en esta guerra hasta lograr los objetivos que nos hemos propuesto”.

Consideró que esa tarea simultánea requiere de “un manejo muy especial, un manejo diplomático, un manejo gerencial, un manejo estratégico”.

“Yo no podría encontrar mejor persona que reúna esas condiciones como Luis Carlos Villegas. A través de su vida pública y privada, ha demostrado esas cualidades”, afirmó.

Así mismo, el presidente de la República atribuyó al papel de las Fuerzas Armadas, el hecho que en la actualidad el país se encuentre cerca del fin del conflicto.

“El hecho de que estemos sentados en La Habana, acariciando la posibilidad de tener paz en nuestro país después de 50 años de guerra, se debe a que nuestras Fuerzas han sido eficaces”, aseguró el Jefe de Estado.

El jefe de Estado insistió en que “yo estoy absolutamente seguro que si no fuese por la contundencia de nuestro Ejército, de nuestra Armada, de nuestra Fuerza Aérea, de nuestra Policía, no estaríamos sentados acariciando esa posibilidad de tener paz después de tantos años de guerra”.

 

Retos

 

“El doctor Villegas fue la mejor elección y tiene un gran reto por los problemas que enfrenta la cartera de Defensa que son muy difíciles”, comentó el general Jaime Ruiz, presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore), anotando que el nuevo ministro deberá convencer al 70 por ciento de la población que no cree en el proceso de paz sin dejar de fijar una posición recia frente a la negociación.

Para Ariel Ávila, coordinador del observatorio de la Fundación Paz y Reconciliación, Villegas deberá adelantar una labor de pedagogía para la paz dentro del Ejército.

 

 

 “Desescalar el lenguaje”

 

Mientras tanto, en La Habana, las Farc arremetieron contra el alto comisionado de paz Sergio Jaramillo, afirmando que dañó la "confianza" mutua en las negociaciones al criticar el "cinismo" de los guerrilleros.

Jaramillo "rompe el compromiso de mutuo reconocimiento y respeto entre las partes" en las negociaciones, dijo la guerrilla en un comunicado leído a la prensa por Rodrigo Granda.

"Invitamos al alto comisionado a desescalar ese lenguaje que nos distancia y lesiona la confianza construida, y a asumir con absoluta responsabilidad y sensatez la conducción de este gran propósito nacional que es el de la paz para Colombia", agregó Granda.

En una videoconferencia desde La Habana con periodistas en Colombia, Jaramillo calificó el viernes como una "declaración de gran cinismo" la exigencia de las Farc de adoptar medidas en favor de los desplazados internos y exiliados por el conflicto armado de medio siglo.

"Ésta no es hora de estar pidiéndole al Gobierno que monte programas para desplazados, ni estar diciéndole al país cómo se deben gastar sus impuestos en las víctimas (...), sino de reconocer responsabilidad", "de poner la cara y decir: nosotros también fuimos agentes de desplazamiento", declaró también Jaramillo en la videoconferencia.

La delegación del Gobierno, que encabeza Humberto de la Calle, no comentó las críticas de Granda.

La guerrilla afirmó que las declaraciones de Jaramillo "sólo conducen a sobresaltos inoportunos en momentos en que debemos enfocar nuestros esfuerzos en sacar adelante el proceso" de paz, que atraviesa su etapa más complicada por el recrudecimiento de las hostilidades.

"Al alto comisionado lo hemos respetado como plenipotenciario del Gobierno en la Mesa de Diálogo de La Habana porque esas son las reglas del juego", declaró Granda.

"Aunque tengamos contradicciones o puntos de vista divergentes, le dispensamos tolerancia y comprensión", y "jamás utilizaremos el calificativo de 'cínicos' en referencia a ninguno de los plenipotenciarios con los que estamos conversando en la Mesa", agregó.

El Gobierno y las Farc han consensuado hasta ahora tres de los seis puntos de la agenda, además de un plan de desminado y la creación de una Comisión de la Verdad.

En este ciclo de pláticas -el 38º, desde noviembre de 2012- ambas partes discuten sobre justicia por los crímenes cometidos a lo largo del conflicto, tema sobre el que tienen grandes desacuerdos.

En esta ronda, que culminará el sábado, participa la canciller María Ángela Holguín en el equipo del gobierno. /AFP-SIG-ENS