Cuatro terroristas tomaron la decisión de dejar las filas de manera voluntaria y entregarse a las tropas luego de pertenecer por años a las Farc. Una mujer y tres hombres hacen parte de este grupo de personas que en los últimos días se presentaron ante las autoridades en Cúcuta y Tibú, para iniciar su proceso de reintegración a la vida civil.
Con 16 años como integrante de la Columna Móvil Antonia Santos, alias Sandra, fue preparada para desempeñarse como enfermera, radista, explosivista y encargada de adelantar acciones delictivas de inteligencia en los municipios de Hacarí, San Calixto, Sardinata, zona norte del municipio de Tibú y oriente de Teorama y el Tarra, para planear y cometer atentados terroristas contra la población civil y las tropas, de acuerdo a lo establecido la mujer, ahora desmovilizada, durante los años de reclutamiento perteneció estructuras como Frente 40 del Bloque Oriental y la Columna Móvil Arturo Ruíz.
Un segundo desmovilizado, afirmó que 13 de sus 31 años los vivió al interior de las farc, como miembro de la Columna Móvil, Antonia Santos, donde realizó curso de mando, explosivos y de radio, sus actividades de inteligencia estaban encaminadas a garantizar el movimiento de material de guerra y explosivos.
Alias el Mono, quien durante dos años hizo parte de la comisión Tirso Vélez de la Compañía de Milicias Resistencia Catatumbo, se dedicaba a movimientos logísticos y de inteligencia sobre los sectores, Versalles, Tres Curvas en jurisdicción del municipio de Tibú para cometer actos de extorsión y atentados contra la población.
Un segundo integrante de la anterior estructura terrorista se desmovilizó en municipio de Tibú, luego de siete meses de permanecer adelantando acciones delictivas en las veredas
Campo Seis, Bertrania, Campó Yuca y la Serena, tomo la decisión voluntaria de desmovilizarse debido al incumplimiento de las promesas que le hicieron cuando fue reclutado.
Los desmovilizados manifestaron que entre las causas que los llevaron a tomar la decisión de dejar el camino de las armas se encuentran los malos tratos, las largas jornadas a las que son sometidos y la permanente presión de las tropas en las diferentes zonas del Catatumbo donde delinquen las estructuras de las Farc.
En lo corrido del año 10 integrantes de diferentes estructuras terroristas ha abandonando las filas en Norte de Santander y hoy hacen parte del Programa de Atención Humanitaria al Desmovilizado del Gobierno Nacional.