El planteamiento de las Farc, en su propuesta de desarrollo rural, de darles espacio de participación a las zonas de reservas campesinas (ZRC) en el país en los diálogos de paz, generó una polémica entre el Gobierno y el expresidente Ernesto Samper en un foro sobre las conversaciones de La Habana realizado ayer en la Universidad del Rosario.
Tras conocerse que la guerrilla busca apoyo y formalización 9,5 millones de hectáreas de tierra en ZRC, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, calificó la iniciativa como de republiquetas autonomistas que deforman la figura que establece la Ley.
Para Restrepo las ZRC “no son para crear autonomismo, no son para fraccionar la unidad nacional que es indivisible e inalienable. Es para casos muy seleccionados, nunca para 54 zonas de reserva y nunca 9 millones de hectáreas. Esa figura que está en la Ley y que no se ha desarrollado por el Gobierno puede ser un elemento útil pero para proteger al campesino en ciertas zonas, pero no para fraccionar en republiquetas autonomistas el territorio nacional”.
Por su parte, Samper, quien respaldó las ZRC, tildó al Ministro como anacrónico al rechazar la iniciativa.
“Lo que digo es que si se van a hacer zonas para devolverle y restituirle las tierras a los campesinos, o los concentran en zonas de reserva campesina que tengan una cierta autonomía que le permita a la gente organizarse para cuidarse, que tengan apoyos del Estado en materia de servicios sociales. Lo otro es sencillamente hacer una reforma agraria al detal en donde van a cazar a los campesinos y vamos a volver a otras experiencias frustradas de reforma agraria”, anotó Samper.
Frente a la consideración de Restrepo como ‘republiquetas’ autónomas, el exmandatario señaló que no ve como esto pueda ser una amenaza para el Gobierno.
“Las zonas tienen una autonomía organizativa. Que una comunidad se organice, que establezca unos parámetros para manejar su seguridad, su defensa, no creo que sea una amenaza para el Gobierno. Creo que aquí se está macartizando el tema y creo que las zonas de reserva son una magnifica herramienta para cuidar a la gente en el proceso de restitución de tierras”, señaló Samper.
De otro lado, el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, descartó la propuesta al calificarla de ‘cartuchos rurales’.
“Esos son cartuchos rurales. Eso es pretender tener una jurisdicción especial para unos sectores del desarrollo rural donde lo más seguro como dijo el Ministro, ‘van a terminar convirtiendo en republiquetas independientes’. Ellos quieren otra vez la revolución por contrato, volver a Marquetalia y a las repúblicas independientes de los años 50 y 60”, reseñó Lafaurie.
El dirigente gremial explicó que al contrario el Estado debe hacer mayor inversión en el campo para que los productores agrícolas crezcan.
“Buena parte de las reformas agrarias de los 60 y 70 hoy en día son zonas de rastrojo que dejaron al campesino abandonado. Yo no creo que el problema para que el campesino no venda la tierra es limitarse la posibilidad de disponer de ese activo. Lo que tiene que hacer el Estado es dotarlo de instrumentos para que ese campesino progrese”, aseveró el presidente de Fedegán.
Adicionalmente calificó de irresponsables a los negociadores del Gobierno con la guerrilla por generarles falsas expectativas a los colombianos.
“Nadie sabe de los preacuerdos que se están hablando. Ellos generan este tipo de expectativas. Generan una cantidad de luces pero lo que yo veo son muchas sombras en este negociación”, indicó el dirigente.
“Ocupan Caquetá”
De otra parte el presidente Fedegán denunció que las Farc, por medio del Partido Comunista Clandestino y la Marcha Patriótica cooptaron distintas organizaciones civiles en el Caquetá, a la vez que advirtió del aumento de la extorsión a los productores campesinos en esta zona del país.
“El Partido Comunista Clandestino y La Marcha Patriótica no solo se han tomado una cantidad de organizaciones civiles, sino que volvieron a la extorsión permanente y total de cada uno de los productores rurales en el Caquetá. No hay productor rural que no esté extorsionado en el Caquetá por cuenta de las Farc”, afirmó Lafaurie.
La paz y Venezuela
Frente al futuro de paz y la influencia de Venezuela, el expresidente Samper dijo que al país le beneficia más que se elija a Nicolás Maduro en los próximos comicios del vecino país.
“Si no es así nos veríamos en dificultades. El presidente Maduro de alguna forma estuvo vinculado a la gestación del proceso de La Habana. Fue interlocutor del expresidente Chávez con el Gobierno colombiano. Creo que el presidente Maduro sería una garantía de continuidad del proceso. Si me preguntan qué presidente le serviría más a Colombia que sea elegido en Venezuela, no vacilaría en contestar que el presidente Maduro porque aceleraría el proceso en La Habana”, consideró Samper.
Zonas de reserva campesina
Precisamente en diez días, la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc) realizará en San Vicente del Caguán, Caquetá, el tercer encuentro nacional de Zonas de Reserva Campesina (ZRC).
En la convocatoria del certamen, Anzorc aseguró que “tras una década de estigmatización, judicializaciones, encarcelamientos, amenazas, ejecuciones extrajudiciales, entre otros hostigamientos contra el campesinado que las impulsa”, las ZRC “no solo sobreviven, sino que se yerguen en un contexto marcado por intensos debates sobre el secular problema agrario colombiano”.
“Las ZRC han sido incluidas como aspecto central del primer de la agenda sobre Desarrollo Rural y Acceso y uso de la tierra, en el marco del Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, pactado entre el Gobierno y las Farc, señaló Azorc. “Siendo este un escenario tan complejo, las ZRC se vienen convirtiendo en una bisagra de la paz del país por su importancia y potencial para contribuir en la solución de la cuestión territorial y agraria”, agregó.
Propuesta de las Farc
Al hablar de autonomía política, administrativa, económica, social, ambiental y cultural, las Farc propusieron que “los territorios interétnicos e interculturales gozarán de autonomía política, administrativa, económica, social, ambiental y cultural. La autonomía se comprende en términos de la capacidad de autogobierno, autogestión y autodeterminación, enmarcada dentro del ordenamiento constitucional que resulte del nuevo contrato social pactado en la Asamblea Nacional Constituyente. La autonomía contempla igualmente la definición de formas de relacionamiento con la organización política y administrativa del Estado en general”.
Para el grupo guerrillero, “la autonomía presume la creación, administración y control propios de sistemas de información del territorio, así como la formulación de planes de vida y de desarrollo, y de manejo socio-ambiental. El Estado garantizará el acompañamiento técnico de los diseños a que hubiere lugar”.