Guatemala insiste en legalizar la droga | El Nuevo Siglo
Viernes, 13 de Abril de 2012

El presidente guatemalteco Otto Pérez Molina está resuelto a continuar su combate por una nueva estrategia hacia las drogas, a pesar de la cerrada oposición de Estados Unidos y del boicot de algunos de sus vecinos centroamericanos, convencido de que la guerra contra el narcotráfico ha fracasado.

Recuerda que cuando accedió a la presidencia de Guatemala en enero pasado, muchos pensaron que un general retirado como él, de derecha, iba a conducir a su país hacia "una guerra frontal contra el narcotráfico, que habría un baño de sangre".

Basado en su experiencia de combate a las drogas como director de inteligencia de Guatemala 18 años atrás, Pérez sorprendió a todo el mundo, y a Estados Unidos en primer lugar, cuando declaró que se había perdido la guerra contra el narcotráfico y que había que buscar vías alternativas.

La "guerra que hemos llevado durante los últimos 40 años no ha dado resultados, es una guerra que para decirlo con franqueza la estamos perdiendo", declaró a la AFP en una entrevista en Cartagena, Colombia, al margen de la cumbre de las Américas.

"Mientras el mercado negro siga existiendo y los dólares y las armas sigan viniendo de Estados Unidos como lo han estado haciendo esta guerra es imposible de ganar", dijo.

Impertérrito ante los golpes recibidos, Pérez, de 61 años, trajo a la cumbre de las Américas su propuesta de iniciar un diálogo entre Jefes de Estado a nivel continental pero también a nivel mundial, para buscar nuevas estrategias contra la droga, que en su opinión deberían conducir a una despenalización del consumo y a la regulación del mercado de narcóticos.

El antiguo general, que participó en la lucha contra las guerrillas en los años 80 y también en las negociaciones que en 1996 pusieron fin a 36 años de guerra civil, no se dejó amilanar por el terminante rechazo del presidente estadounidense Barack Obama, esperado esta tarde en Cartagena.

Obama declaró en una entrevista publicada este viernes en varios diarios latinoamericanos que "Estados Unidos no va a legalizar ni a despenalizar las drogas ya que hacerlo tendría graves consecuencias negativas en todos nuestros países en cuanto a la salud y a la seguridad pública".

Pérez le quitó dramatismo a la declaración del presidente estadounidense y dijo que en el contexto de un año electoral "Obama no va a innovar".

"El tema del combate a las drogas es muy sensible en Estados Unidos", destacó y relató cómo la embajada de Washington en su país intentó, 24 horas después de su propuesta, frenarla sin éxito, y el desfile de funcionarios estadounidenses que se sucedió en Guatemala.

Sin embargo, confió que "cada vez hay más conciencia entre funcionarios (estadounidenses), que no lo han expresado pero que nosotros sabemos que lo han discutido en grupos de pensamiento, ONGs, grupos académicos, que es necesario buscar otras alternativas" a la guerra contra las drogas.

Pérez estimó que si bien ésta es una lucha a largo plazo, ya se han registrado progresos.

"En estos dos meses, despues de rechazar contundentemente esto, empezamos a ver que (EEUU) está dispuesto a dialogar, aunque no a la despenalizacion" del consumo de drogas, señaló.

También logró fijar para este sábado una reunión con sus homólogos centroamericanos, al margen de la cumbre de las Américas, en esta ciudad 1.000 km al norte de Bogotá, tres de los cuales -los presidentes de El Salvador, Nicaragua y Honduras- boicotearon en marzo pasado, a instancias de Washington según denunció entonces, una cumbre por él convocada en Antigua Guatemala para discutir su propuesta.

"Soy propositivo. Lo que pasó ya pasó, no vamos a seguir discutiendo sobre esos temas, por qué no llegaron, quién influyó... Ojalá podamos abrir ese diálogo conjuntamente".

Añadió que el hecho de que se esté discutiendo su propuesta al margen de la cumbre también es un paso adelante.

Pérez dijo que "en Centroamérica la situación es muy delicada, especialmente en el triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador), la tasa de homicidios de Honduras es de las más altas a nivel mundial, igual que la de El Salvador", de 60 asesinatos por cada 100.000 habitantes en el primer país y más de 50 cada 100.000 en el segundo, dijo

En Guatemala "estamos haciendo un esfuerzo muy grande para ir reduciendo esto" y la tasa es de entre 38 y 40 cada 100.000 habitantes, dijo.

Debido a la guerra lanzada por el presidente de México Felipe Calderón contra los traficantes de droga en su país, que en cinco años provocaron más de 50.000 muertos, los cárteles mexicanos se instalaron en el triángulo Norte, desatando una violencia feroz, junto a pandillas locales.

"Debemos entender como centroamericanos que no es tampoco pidiendo más recursos que van a llegar", dijo Pérez.

Estados Unidos redujo su ayuda de 100 millones de dólares a 86,2 para el año fiscal 2013. Y "hace 9 meses hubo una cumbre en Guatemala para ver esto (la ayuda para la lucha aninarcóticos), se comprometieron 3.000 millones de dólares y 9 meses después no se ha llegado al 10% que se ha concretado", indicó.

El mayor éxito de Pérez hasta ahora fue el respaldo entusiasta que le brindaron tres ex presidentes latinoamericanos: Fernando Henrique Cardoso de Brasil, Ernesto Zedillo de México y César Gaviria de Colombia, que hace un tiempo propugnan rever la guerra antidrogas.

En un artículo de opinión publicado en varios diarios afirmaron que "en los últimos cuatro meses la discusión avanzó más que en 40 años", gracias en parte a la iniciativa de Otto Pérez y al apoyo de los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Costa Rica, Laura Chinchilla.