El entrenador español Josep Guardiola inicia su tercera temporada en el Bayern de Múnich, la última de su contrato actual, con la presión de revalidar el reinado de los bávaros en la Bundesliga y, sobre todo, devolver al equipo a lo más alto de la Liga de Campeones.

'Pep' no ha tenido precisamente una pretemporada tranquila, especialmente por la sucesión de preguntas sobre sus planes para el futuro y sobre si tiene intención de renovar su contrato con el Bayern, coincidiendo con rumores sobre una próxima marcha a la Premier League y en particular al Manchester City en la temporada 2016-2017.

El catalán, experimentado pese a sus 44 años, ha mantenido la calma. En su etapa anteriores en el Barcelona ya acostumbraba a ir renovando año a año, por lo que no parecer tener urgencia en lo referente a su contrato.

"No comprendo por qué no podemos hablar de fútbol", respondió a la prensa alemana después de la victoria 1-0 sobre el Real Madrid en un amistoso, a principios de este mes.

En el Bayern, la directiva subraya que quiere continuar con Guardiola, que es el "jefe de orquesta", como subrayó el director deportivo Matthias Sammer.

Pero el propio Sammer afirmó también que el Bayern "no moriría sin Guardiola", en unas palabras que recordaron a las pronunciadas el pasado mes por el patrón de la entidad, Karl-Heinz Rummenigge: "Si renueva será estupendo, pero si no, no será el fin del mundo..."

- A hacer historia -

Guardiola prefiere hablar del juego y centrarse en la construcción de un proyecto que tiene como reto lograr un cuarto título consecutivo en la Bundesliga, lo que constituiría todo un récord en Alemania. Todo ello sin olvidar la búsqueda de un sexto título en la Liga de Campeones/Copa de Europa.

En la Bundesliga, Guardiola lleva dos títulos de dos intentos, pero en la Champions se ha estrellado en las semifinales, ante Real Madrid y Barcelona.

Para este nuevo curso ha conseguido que el club invierta unas decenas de millones de euros en traer al chileno Arturo Vidal (Juventus) y al brasileño Douglas Costa (Shakhtar Donetsk).

El primero está llamado a ocupar el hueco que dejó libre la marcha del alemán Bastian Schweinsteiger (Manchester United) y el segundo debería ser un complemento perfecto para las bandas, ante la fragilidad de los treinteañeros Franck Ribery y Arjen Robben.

- Un arranque agridulce -

Ambos han sido inmediatamente integrados en el once del Bayern, incluso en detrimento de Mario Götze, que parece mantener una relación fría con su entrenador.

"No puedo pasar mi tiempo explicando mis decisiones", se limitó a señalar Guardiola ante los comentarios de la prensa al respecto.

La temporada ha empezado con un tropiezo, la derrota ante el Wolfsburgo (5-4 en penales tras 1-1) en la Supercopa nacional, el único trofeo alemán que se le resiste a Guardiola.

Al menos pudo corregir el rumbo después con la clasificación en la Copa de Alemania, el domingo ante el 'amateur' Nöttingen (3-1).

"Mis jugadores querían hacerlo bien, pero no era fácil con 36 grados. Necesitamos energía para la apertura del campeonato contra el Hamburgo" el viernes, comentó 'Pep'.

Una victoria inicial en la liga alemana haría olvidar ya la decepción de la Supercopa y pondría en marcha, con buen pie, el tercer proyecto de Guardiola en Alemania