Seis detenidos de Guantánamo -- cuatro sirios, un palestino y un tunecino --, fueron acogidos por Uruguay en una aceleración manifiesta de los traslados de la prisión estadounidense, anunció el Pentágono.
Los seis hombres, que habían recibido su "aprobación para traslado" por parte de las autoridades estadounidenses, partieron desde la base de Guantánamo a bordo de un avión de la fuerza aérea de Estados Unidos en la medianoche del sábado al domingo (05H00 GMT del domingo) indicó un portavoz del Pentágono, Myles Caggins.
"Uruguay recibe a seis personas que se encontraban privadas de libertad en la cárcel de la Base Naval de Bahía de Guantánamo" y "mantendrá respecto a ellos el más estricto apego a las normas de protección internacional humanitaria, de acuerdo a su solicitud de refugio", señaló de su lado la Cancillería del país sudamericano en un comunicado.
Esto significa que va a "salvaguardar el derecho a la privacidad" de los refugiados, dijo una alta fuente del gobierno, que declinar más detalles sobre el operativo de llegada.
En total, 19 detenidos fueron repatriados o enviados a un tercer país desde comienzos de año, en un esfuerzo evidente de la administración Obama de acelerar las liberaciones para vaciar la prisión y cerrarla, como prometió en numerosas ocasiones Barack Obama.
Tras 13 años -- la prisión fue abierta por Estados Unidos en 2002 dentro de su "guerra contra el terror" tras los atentados del 11 de setiembre de 2001 --, quedan ahora 136 detenidos en Guantánamo; de ellos, la mayor parte no tienen cargos ni fueron juzgados. 67 fueron calificados como "liberables" por las administraciones de George W. Bush y Obama.
Los seis hombres, acogidos por Uruguay, cuyo presidente José Mujica prometió que serían liberados, tienen entre 30 y 40 años y hacían parte de los primeros detenidos que llegaron a Guantánamo en 2002.
"Estamos muy reconocidos con Uruguay por esta acción humanitaria y al presidente (José) Mujica por su rol determinante para dar asilo a estos individuos que no pueden ser enviados a sus propios países", señaló Sloan, designado por Obama como su enviado especial para supervisar el cierre de la prisión.
"El apoyo que recibimos de nuestros amigos y aliados es crucial para cumplir nuestro objetivo común de cerrar Guantánamo, y este traslado es un paso importante en nuestros esfuerzos para cerrar esta infraestructura", añadió en un correo electrónico.
Entre los transferidos figura el sirio Jihad Diyab, que se había declarado en huelga de hambre y acudió a la justicia estadounidense para hacer valer su derecho a no ser alimentado a la fuerza.
Sin embargo, la juez Gladys Kessler obligó al gobierno Obama a hacer públicas las grabaciones de video de la alimentación forzada de Diyab, pero las autoridades estadounidenses se negaron./AFP