Con apenas dos días de radicada en el Congreso de la República, la reforma a la salud sigue levantando ampollas en diferentes actores de la cadena del Sistema rechazando de forma y de fondo la iniciativa.

Uno de ellos ha sido el presidente de la Federación Médica Colombiana, Sergio Isaza, para quien el proyecto se queda corto en respuesta a las necesidades del Sistema de Salud.

“No coincidimos con la iniciativa que radicó el gobierno porque las EPS siguen siendo intermediadoras y hay que quitarles esa función. Como ya lo dijeron, el cáncer del sistema es la integración vertical de las EPS y esta propuesta la preserva”, explicó en medios.

Su reclamo se basa también en que finalmente se les seguirá restituyendo los recursos a las Entidades Prestadoras de Salud y “no hay ninguna propuesta de recuperación de esos dineros perdidos”.

En su opinión, dichas entidades siguen siendo intermediarias y, con la reforma se conserva el modelo de integración vertical “en el que las EPS pueden tener sus propias clínicas”.

Reiteró que en diferentes ocasiones le insistieron al ministro de Salud, Alejandro Gaviria, la inconveniencia de mantener este modelo ya que pone a las Entidades como arte y parte, “y no se soluciona el núcleo del problema, el cáncer del problema”.

Transición

Para el presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integrada (Acemi), Jaime Arias, uno de los puntos álgidos es la deuda que aún tienen pendiente el Fosyga a las EPS que supera los 2 billones de pesos.

“Esto es lo mismo que las EPS del contributivo le deben a los hospitales y clínicas. En seis meses tendrán que resolver el problema para convertirse en gestoras pero eso es imposible y va a ser uno de los grandes tropiezos de esta transición”, adujo Arias.

En cuanto al Fondo Mi salud indicó que debe comenzar de 0, pues es un fondo que debería haber sido financiero ya que hará todos los pagos y recaudará el dinero.

Frente a lo anterior no presentó objeción alguna ya que considera que está bien “que se constituya una especie de banco de la salud”.

Sin embargo, la preocupación sobre la operatividad del fondo persiste.

“Va a tener que duplicar el trabajo que hoy hacen las 60 EPS, que implica hacer afiliación de 45 millones de personas, auditar las cuentas que le envían 15 millones de hospitales y clínicas, entre otros”, dijo.

Cree que ese proceso operativo le tomará al fondo varios años.

En contraposición, el mismo Ministro de Salud explicó que el proyecto contempla cuatro funciones esenciales.

“Será la afiliación, el recaudo de las contribuciones con cerca de 8 billones de pesos, el tema de reaseguros y el pago directo a los prestadores de servicios de salud”.

Insistió en que no se trata de un nuevo Instituto de Seguros Sociales, “porque Salud Mía, que es la que reemplazará al Fosyga, no manejará aseguramiento ni tampoco tendrá sedes regionales”.