Más de cien heridos, saqueos e incendios dejaron esta semana en Grecia violentas protestas populares contra la aprobación del parlamento del Acuerdo con la Troika -Unión Europea, Banco Central Europeo y FMI-, para un nuevo plan de “rescate”. Éste contempla un préstamo de 130.000 millones de euros y la reducción de la deuda griega a cambio de costosas condicionalidades como la reducción del gasto público en 3.300 millones de euros en 2012, del salario mínimo en 22%, una nueva disminución de las pensiones y el despido de 150.000 funcionarios hasta 2015. Inmensos sacrificios adicionales a previos y dolorosos ajustes fiscales y de ingresos cuyo resultado visible fue el agravamiento de la situación. En 2011 el poder adquisitivo de los consumidores se redujo entre un 20-30% y el desempleo alcanzó 19,2% en octubre pasado, casi el doble de un año antes, al tiempo que el PIB se redujo en todos estos años. 1/
La situación griega ha sido objeto de profundos debates. Independientemente de la cuota de responsabilidad de su política fiscal en el origen de la crisis, para diversos analistas incluidos los Nobel Stiglitz y Krugman, las políticas de ajuste en Grecia y la pertenencia a la Unión Monetaria Europea agravaron sus problemas.
Paul de Grauve explica la elevada vulnerabilidad que se deriva para un miembro de una unión monetaria-UM- al perder “más que un instrumento de política económica (la tasa de interés o la tasa de cambio)” y para la propia UM por la mayor integración financiera. Al no poder emitir deuda en su moneda estas economías, en ausencia de una institucionalidad que les brinde una gobernanza adecuada, caen presas de los sentimientos de los mercados financieros y “pueden ser forzados a un mal equilibrio, caracterizado por deflación, altas tasa de interés y altos déficit presupuestales.” La suerte de una nación que tenga la facultad de emitir deuda en su propia moneda difiere sustancialmente de la del miembro de una UM. De Grauve lo ilustra mediante la siguiente paradoja: pese a que la relación deuda/PIB del Reino Unido es mayor y creció más rápidamente que la española desde el inicio de la crisis financiera, -89% y 72% del PIB respectivamente en 2011-, para los mercados financieros la deuda española es más riesgosa, reflejado en el mayor rendimiento de sus bonos; es decir, España debe pagar mayores tasas de interés por su deuda que el Reino Unido.2/
Según este autor la diferencia radica en que España pertenece a una UM, mientras que el Reino Unido no. Si los inversionistas desconfían del pago de la deuda británica, venden sus bonos, lo que eleva la tasa de interés y, al sacar las divisas de esta venta devalúan la libra. Pero la cantidad de dinero no se altera pues las libras se mantienen en el mercado del Reino Unido y se invierten en activos internamente; si el gobierno no pudiese colocar deuda a tasas de interés razonables forzaría al Banco de Inglaterra a comprar sus títulos. “El gobierno del Reino Unido tiene entonces seguridad de que la liquidez financia aproximadamente su deuda. Esto significa que los inversionistas no pueden precipitar una crisis de liquidez que podría llevar al incumplimiento del gobierno. Hay una fuerza superior de última instancia, el Banco de Inglaterra”.2/ En cambio, si los inversionistas desconfían de que España pague su deuda, venden los bonos y elevan la tasa de interés; pero con estos euros pueden comprar otros títulos en otros países. La salida de liquidez de España no produce una devaluación que pueda modificar su competitividad. Esta ocurrirá mediante la devaluación de los salarios como viene sucediendo en Grecia y otros países europeos. En el ejemplo, España enfrentará una caída de liquidez y si ésta es muy fuerte puede forzar el incumplimiento. En este caso los estabilizadores automáticos no funcionan. España no puede devaluar y tampoco ampliar el déficit público como política anticíclica pues los inversionistas percibirán mayor riesgo y venderán más bonos, elevando la tasa de interés y la crisis de liquidez se convertirá en crisis de solvencia.”El país se vuelve insolvente porque los inversionistas temen la insolvencia”2/
La diferencia
“Por tanto en una unión monetaria, los mercados financieros adquieren un poder enorme y pueden doblegar a cualquier país miembro”.2/ Así ha ocurrido con Grecia, con España, con Irlanda. La diferencia con un país “independiente” como Inglaterra es fundamental; mientras que España ha crecido 0,2%, Inglaterra lo ha hecho en promedio 2% desde 2010 y su inflación es casi el doble de la de España, resultados relacionados con la devaluación de la libra.2/
De Grauve aporta algunas sugerencias de reformas en la institucionalidad de la Unión Europea que mitigarían el poder de los mercados financieros sobre los países miembros, pero a pesar de los últimas medidas aquellas están lejos de ser adoptadas. “Lo que más desazona es la debilidad del liderazgo político de los países de la Unión Europea, sumado al déficit democrático del manejo de la crisis”·3/. La falta de solidaridad de los países del Norte con los del Sur es visible. Es la omnipotencia y la “sabiduría” de los intereses de los mercados financieros, en contra de la ciudadanía la que ha impuesto las prescripciones para el desastre en esta crisis, remedios que en cambio Islandia rechazó, con resultados muy diferentes según Krugman.
La experiencia griega, como la gran crisis financiera reciente, enseñan que la “sabiduría” de los mercados financieros en realidad constituye una condena para los países, lecciones que el gobierno colombiano ha ignorado al imponer una Regla Fiscal “inspirado” en dicha “sapiencia”.
1/ http://www.lanacion.com.ar/1448428-ajuste-de-grecia-en-la-economia-real
2/ “La Gobernanza de una frágil eurozona” en http://www.economiainstitucional.com/pdf/No25/02degrauwe.pdf
3/http://www.economiainstitucional.com/pdf/No25/01editorial.pdf