El ministerio de Finanzas griego ha concluido un nuevo paquete de medidas que le permitirán seguir recibiendo ayuda de la UE y el FMI, aunque tendrá que someterlo a los socios de la coalición gubernamental, informó una fuente del ministerio este miércoles.
Las medidas, que prevén un ahorro adicional de 11.500 millones de euros, se concluyeron en una reunión entre el titular de Finanzas, Yannis Stournaras, y el primer ministro conservador, Antonis Samaras, precisó esta fuente.
Stournaras debe presentar estas medidas el miércoles por la noche al jefe del Partido Socialista, Evangelos Venizelos, y a un representante de la Izquierda Democrática, los dos aliados del gobierno del primer ministro conservador Antonis Samaras.
Los tres deben reunirse el jueves para ponerse de acuerdo sobre esta nueva vuelta de tuerca que comprende recortes de salarios, pensiones y ayudas sociales.
Si le dan su aval, los jefes de los partidos, reticentes a imponer los nuevos recortes previstos pero conscientes de su estrecho margen de maniobra, el plan será sometido al visto bueno final de la troika (UE-BCE-FMI) antes de enviarlo la semana próxima al parlamento.
Los representantes de la troika llegarán "en principio" a Atenas este domingo, según el ministerio, para reanudar las negociaciones con los responsables griegos, que tienen que hacer frente desde principios de septiembre a las resistencias de los griegos, hartos de tantos sacrificios.
Las discusiones arduas del gobierno de coalición con los acreedores se suspendieron el sábado ante la falta de acuerdo.
El objetivo del gobierno griego es presentar esta nueva hoja de ruta en la cumbre europea del 18 de octubre, para asegurarse el apoyo al país, agregó la misma fuente.
Atenas espera la entrega de un nuevo tramo del préstamo concedido de 31.500 millones de euros y espera obtener un plazo de dos años más, hasta 2016, para realizar su ajuste estructural.
El ministerio confirmó este miércoles que en caso de que le concedan dos años más el país debe encontrar entre 13.000 y 15.000 millones de euros suplementarios y examina la posibilidad de una reestructuración de la deuda con el BCE para conseguirlo.
AFP