Por: Pablo Uribe Ruan
Qué 2013, qué año para el deporte nacional. El ciclismo recuperó su lugar, el atletismo siguió en la senda ganadora y el fútbol se reconcilió con un país que volvió a recordar lo que es un mundial.
En junio, nada más y nada menos, volvimos a presenciar a un colombiano en el podio del Tour de France en París. Nairo Quintana nos trasladó a los tiempos de “Lucho” Herrera y se volvió a vestir con la camiseta de pepas rojas y blanca, al coronarse como el mejor escalador y el joven más destacado del Tour.
Pero no sólo esto, Catherine Ibargüen, sí, esa que saltó en los Olímpicos y nos dio la plata, este año ganó la medalla de oro en el Mundial de Atletismo en Moscú y la Liga Diamante.
Además, Colombia quedó campeona de los Juego Bolivarianos por primera vez en la historia.
Y la Selección de fútbol, esa que en los últimos años sólo daba tristezas tras 16 años de decepciones, volvió al mundial pisando fuerte ubicándose en el cuarto puesto del ranking FIFA dándonos la posibilidad de ser cabeza de grupo.
Entre tanto, la Sub-20 no se quedó atrás y se adjudicó otro título a nivel suramericano en Argentina. Y junto a ella, la selección femenina de micro que le ganó a Venezuela en la final y se convirtió en la campeona del mundo de fútbol de salón.
De igual manera, otros deportes también dejaron un saldo positivo. El patinaje, como siempre, cumplió con su meta y la delegación nacional quedó primera en el Mundial en Bélgica.
Y como estos, muchos otros deportes también dejaron en alto el nombre del país: golf, salto de altura, automovilismo, tiro con arco, gimnasia y judo.
Cuántos éxitos, y lo mejor, en múltiples disciplinas. ¡Gran año!