LA feroz batalla política de más de un año se saldó a favor de los conservadores en la Corte Suprema de Justicia con la confirmación del nominado por el presidente Trump, el juez Neil Gorsuch, de 49 años, convirtiéndose en el magistrado más joven en una generación.
Gorsuch, hasta ahora juez federal de Colorado, es un firme defensor de los llamados 'valores familiares', un estricto intérprete de la Constitución y un convencido de la necesidad de preservar el papel de la religión en la sociedad. Obtuvo el apoyo de 54 senadores (contra 45) y prestará juramento en el alto Tribunal a comienzos de la próxima semana.
En una nota oficial, el presidente Donald Trump saludó la confirmación de Gorsuch y añadió que "servirá a los estadounidenses con distinción, mientras mantiene su defensa vigorosa de nuestra Constitución".
"Hoy es un nuevo día", celebró el líder de la bancada del partido republicano en el Senado, Mitch McConnell, en una frase que buscó dar vuelta la página a la controvertida sesión realizada el jueves y que permitió el voto de este viernes.
El jueves, para superar un bloqueo de procedimiento impuesto por la bancada del partido demócrata, McConnell impulsó un cambio en las reglas para poder interrumpir el debate y proceder a la votación.
Se trató de un gesto sin precedentes en la historia del Senado para cerrar los debates sobre un nominado a la Corte Suprema, aunque sin ese paso la nominación de Gorsuch habría naufragado irremediablemente.
Ayer, ya visiblemente aliviado ante la confirmación, McConnell dijo que Gorsuch "es un agregado increíble para la corte", y apuntó que el nuevo juez "hará que los estadounidenses se sientan orgullosos".
De un lago, esta confirmación pone punto final a una feroz disputa política que comenzó en febrero del año pasado ante la muerte del juez Antonin Scalia, considerado un pilar fundamental del pensamiento ultra conservador estadounidense.
El entonces presidente Barack Obama nominó a un juez federal para el puesto de Scalia, el moderado Derrick Garland, pero los republicanos, que ya controlaban las dos cámaras del Congreso, se negaron siquiera a considerar un voto de confirmación.
Al considerar que era inapropiado para un presidente nominar un juez a la Corte Suprema en un año electoral, la decisión en la práctica dejó al máximo tribunal con apenas ocho togados durante un año.
La confirmación de Gorsuch restituye un número impar de jueces al tribunal. De otro lado, el voto de apoyo a este nuevo magistrado rompe el equilibrio de un año entre cuatro jueces moderados y cuatro abiertamente conservadores, y claramente inclina la balanza en favor de los conservadores.
Durante las sesiones en que Gorsuch fue interpelado por senadores y en los propios debates que siguieron, los legisladores demócratas expresaron su preocupación con la reputación del juez de ser un magistrado que favorece a grandes empresas.
Sin embargo, Gorsuch sustituirá a otro magistrado de neto corte conservador, de forma que, en la opinión de especialistas, la tendencia general de la Corte no sufrirá un cambio brusco en su curso.
Thomas Lee, profesor de derecho en la Universidad Fordham, opinó que, aunque Gorsuch pueda ser alineado con un bloque conservador en la Corte, su presencia podría no traducirse de forma automática en una mayoría de 5 votos a 4.
Para Lee, el experimentado juez Anthony Kennedy, quien fue nominado por Ronald Reagan hace 30 años, en 1987, será un elemento que podría mover el fiel de la balanza en una dirección u otra, dependiendo de los casos en análisis.