El coronel señaló que está dispuesto a que se verifiquen sus reportes financieros para demostrar que no recibió dinero y manifestó que está dispuesto a colaborar con la justicia.
En un comunicado, el coronel Robinson González del Río, salpicado por las grabaciones que revelarían supuestos actos de corrupción en el Ejército, y quien permanece detenido vinculado a un caso de ‘falsos positivos’, dijo que “nunca se han cuadrados contratos y menos el pago de silencios”. Aclaró que "nunca hubo asignación alguna de contratos y menos influencia de superiores para tal efecto".
Tras calificarlos como “inaceptables” y “muy graves”, el presidente Juan Manuel Santos, pidió al Ministro de Defensa decisiones contundentes y ejemplarizantes contra los responsables de los hechos de corrupción que ayer fueron denunciados, al interior del Ejército.
“Muy graves los hechos de corrupción que se han denunciado al interior del Ejército Nacional. Le he dado instrucciones al Ministro de Defensa para que de inmediato proceda con las decisiones contundentes y ejemplarizantes a que haya lugar, y las informe al país. Esto es inaceptable”, indicó el Mandatario a través del comunicado difundido por la Casa de Nariño.
“Pido a la Fiscalía darle prioridad a esta investigación, al igual que a la Procuraduría y la Contraloría, ya que por ningún motivo hechos de corrupción como estos deben ser investigados por la justicia militar”, agregó.
El ministro Pinzón afirmó que no tolerará la corrupción “en ningún caso ni en ningún sentido” y dijo que tras un análisis detenido de la situación tomará “las determinaciones que sean necesarias y que por supuesto de manera oportuna sabremos comentar y explicar”.
El comandante de las Fuerzas Militares, general Leonardo Barrero, uno de los mencionados en las grabaciones y quien sostuvo varias comunicaciones con un coronel preso por los falsos positivos: Robinsón Gonzales del Río, negó cualquier participación en actos de corrupción y dijo que su nombre pudo haber sido utilizado.
El escándalo se dio luego de que la revista Semana reveló una serie de conversaciones entre militares de alto rango en las que se evidenciaría la existencia de una red de corrupción que aprovecharía diversos contratos y licitaciones para quedarse con parte del dinero del Estado y en algunos casos, en los bolsillos de uniformados detenidos por los falsos positivos.