Tras varios días de investigaciones y seguimientos, un grupo especial de la Dirección Antisecuestro y Extorsión de la Policía, logró establecer la identificación plena de los cabecillas de una banda autodenominada Los Mochos dedicada a sembrar el terror en zonas aledañas a la principal Central de Abastos, de Bogotá, con el fin de conseguir beneficios económicos mediante la modalidad de extorsión.
Las intimidaciones estaban dirigidas a más de cien comerciantes, vendedores ambulantes y distribuidores de lácteos quienes eran obligados a pagar sumas, que oscilaban entre los 5 mil y 10 mil pesos diarios, a cambio de no atentar contra su integridad. Quienes se negaban a la entrega del dinero se convertían en blanco de robos o agresiones físicas.
La “columna vertebral” de la estructura estaba integrada por seis hombres que fueron identificados como Juan Carlos Velásquez Gutiérrez alias Menudencias, jefe de la banda y encargado de identificar a las víctimas de las extorsiones; Robinson Mejía Aguirre alias Robín; Joaquín Mejía Aguirre alias Joaco; Andrés Felipe Soler Angarita alias El Flaco; Elías Murillo Cubides alias El Boyaco y José Miguel Benavidez Ariza alias El Cucho.
Alias El Boyaco y alias El Cucho participaban además en otras estructuras delincuenciales que operaban en la localidad de Bosa, y fueron quienes crearon el macabro plan de alianza, con “los Mochos”, que les permitió obtener el control de las microextorsiones en los barrios María Paz, El Amparo y las zonas conocidas como Puerta Siete y Puerta Ocho de Corabastos, en la localidad de Kennedy.
En marzo del presente año, estos dos sujetos, habían huido de un operativo organizado por el Gaula de la Policía, en el que fueron capturados otros tres integrantes de su organización quienes se hacían pasar como militantes del frente 22 de las Farc y exigían el pago de doscientos millones de pesos a un comerciante de la localidad de Bosa, en el sur de Bogotá.