Lo más importante de los anuncios ayer del Gobierno y las Farc en torno al diálogo de paz que arrancará la primera semana de octubre en Oslo (Noruega) y que se realizará sin que cesen las operaciones militares en Colombia, es que ambas partes se comprometieron a que el objetivo no es otro que la terminación del conflicto y que si se mantiene la voluntad hasta ahora demostrada no se levantarán de la mesa hasta conseguirlo.

En alocución radiotelevisada el presidente Juan Manuel Santos explicó cómo se dio origen a los contactos que llevaron a la firma del “Acuerdo General para la Terminación del Conflicto”. Dijo que el mismo estuvo “en unos canales que había establecido el gobierno anterior y que nosotros retomamos y continuamos”.

Precisó que las conversaciones exploratorias se llevaron a cabo durante seis meses en La Habana, con el acompañamiento de Cuba y Noruega, “después de año y medio de trabajo preparatorio”.

Santos indicó que esas reuniones exploratorias culminaron con la firma de un acuerdo marco que establece un procedimiento “para llegar a un acuerdo final que termine, de una vez por todas, esta violencia entre hijos de una misma nación”. “…Se construyó una visión compartida del fin del conflicto y se acordaron el propósito, la agenda y las reglas de juego de un proceso que debe ser serio, digno, realista y eficaz”, sostuvo.

Tras precisar que tenía la convicción de que hay una oportunidad real de terminar de manera definitiva el conflicto, aclaró que se trata de un camino difícil pero que debe explorarse, no sólo porque es responsabilidad de todo gobernante aprovechar este tipo de coyunturas, sino porque las condiciones en el país han cambiado, pues crece a buen ritmo, la economía se fortaleció, hay menos pobreza y se puede hablar de paz “porque el uso de la violencia para alcanzar objetivos políticos es cosa del pasado”.

Recalcó que el país puede hablar de paz gracias a los éxitos de nuestras Fuerzas Militares y de Policía, y porque no se combate por combatir, sino para alcanzar la paz.

Luego de recalcar que los programas oficiales van dirigidos a construir la paz social y crear condiciones para la reconciliación nacional, Santos precisó que este acuerdo es diferente porque no repite los errores del pasado, debido a los siguientes condicionamientos: busca terminar el conflicto; es una hoja de ruta que define con precisión los términos de discusión para llegar a ese acuerdo final; no tiene despejes de territorio y “no hay cese de operaciones militares”; las conversaciones se llevarán a cabo fuera de Colombia para trabajar con seriedad y discreción; y no tendrán un tiempo ilimitado, es decir que “se medirán en meses, no en años” y su duración estará sujeta a que se revisen los avances cada cierto tiempo. “Si no hay, sencillamente no seguimos”, precisó Santos.

 

Fases y agenda

 

Los diálogos comenzarán en la primera quincena de octubre y luego se trasladarán a La Habana.

Santos dijo que otro punto diferenciador es que el acuerdo establece un proceso con una estructura clara, dividida en tres fases:

-        La primera (exploratoria) ya definió una agenda cerrada y unas reglas y procedimientos para evacuarla, que es lo que ya se firmó.

-        La segunda estará enmarcada dentro de unas sesiones de trabajo reservadas y directas. Será una discusión, sin interrupciones y sin intermediarios, sobre los puntos acordados para llegar al Acuerdo Final que debe llevar a terminar formalmente el conflicto.

-        La tercera es la implementación simultánea de todo lo acordado, con las correspondientes garantías y mecanismos de verificación y participación ciudadana.

Este acuerdo, según Santos, contiene una agenda realista sobre cinco puntos concretos:

-        Desarrollo rural. Significa dar mayor acceso a la tierra, llevar infraestructura a las regiones más apartadas, hacer que la prosperidad y los servicios del Estado lleguen a todos los habitantes del campo.

-        Garantías para oposición política y participación ciudadana. Según el Presidente, es que “quienes disientan y protesten lo hagan sin temor, y que se rompa para siempre el lazo entre política y armas”.

-        El fin del conflicto armado. Aquí un punto clave, pues incluye la dejación de las armas y la reintegración de las Farc a la vida civil, junto con todas las medidas del Gobierno para dar garantías al proceso de terminación. Nunca la guerrilla había aceptado introducir en un acuerdo un punto tan específico.

-        Narcotráfico. Discusión sobre cómo combatir con más efectividad este flagelo.

-        Derechos de las víctimas. Va desde lo que se hace ya con la Ley de Víctimas hasta emprender un ejercicio de esclarecimiento de la verdad para saber qué pasó en la guerra y quiénes fueron los responsables.

Santos dijo que “todos estos puntos tendrán su correspondiente verificación y, en su conjunto, constituyen una fórmula integral para la terminación efectiva del conflicto y para avanzar en la construcción de una paz estable y duradera”.

El Jefe de Estado precisó que se ha trabajado con seriedad en ambas partes y “todo lo que hasta ahora se ha acordado, se ha respetado. Si las Farc abordan la siguiente fase (segunda) con la misma seriedad, tenemos buenas perspectivas”.

Sostuvo que establecerán mecanismos para informar sobre los avances y para garantizar una adecuada participación de la sociedad, manteniendo el carácter del diálogo serio y discreto.

Precisó, asimismo, que el Gobierno no hará concesiones de ningún tipo en el terreno militar y las operaciones contra la guerrilla continuarán con la misma intensidad.

Tras advertir que no “nos dejaremos amedrentar por los extremistas y los saboteadores, de cualquier sector, que suelen aparecer en estos momentos”, el Presidente pidió a la ciudadanía “templanza, paciencia, fortaleza” ante eventuales nuevos ataques de las Farc que –recalcó- serán respondidos con toda contundencia por parte de la Fuerza Pública y de la Justicia.

Por último, agradeció a los gobiernos de Cuba, Noruega, Venezuela y Chile por el apoyo. Los dos primeros como sedes de diálogos y los restantes como acompañantes. También hizo lo propio con los expertos internacionales que asesoraron este proceso exploratorio.

Puntualizó que él como gobernante toma el riesgo y la responsabilidad de apostar por este proceso de paz. “Hemos procedido y procederemos con la debida cautela, pero también con determinación… Los invito entonces a que miremos este proceso con prudencia, pero también con optimismo… No podemos seguir siendo un país con uno de los conflictos internos más largos del planeta, y el último del hemisferio…”, explicó.

Por último, pidió al país unirse “para hacer que el sueño de vivir en paz se convierta por fin en una realidad”.

 

Responde “Timochenko”

 

Apenas una hora después de que Santos explicara al mundo las bases del acuerdo con las Farc, en La Habana voceros de esa guerrilla confirmaron el inicio de los diálogos, en una rueda de prensa en la que presentaron un mensaje en video de su máximo su líder Timoleón Jiménez, alias “Timochenko”.

En medio de un discurso cargado de simbologías y lenguaje para tratar de justificar la lucha armada y dar a entender que el grupo subversivo no está derrotado, el cabecilla de las Farc dijo que “… por nuestra parte, llegamos a la mesa de diálogos sin rencores ni arrogancias… No pensamos levantarnos de la mesa hasta izar banderas”.

Agregó que “la salida no es la guerra, volvemos a una mesa avalados por la comunidad internacional… La consecución de una paz democrática y justa es el reto… Volvemos a una mesa reconocidos como contrincantes militares y políticos, acompañados por la sociedad internacional…”.

En otros apartes del video “Timochenko” confirma que “nuestros delegados suscribieron el acuerdo para la terminación del conflicto y la búsqueda de una paz estable y duradera… Somos optimistas, la historia siempre ha sido labrada por las fuerzas sociales que apostaron al futuro… Ha vuelto a abrirse la puerta de la esperanza… Otra Colombia es posible y entre todos podemos modelarla”.

Pidió de paso una amplia participación en el proceso de todos los sectores, sobre todo de los que han sufrido la guerra, al tiempo que lanzó duras críticas a los enemigos de la salida negociada al conflicto.

 

 

Reacciones

 

Chávez

 

"¡Acompañemos a la hermana Colombia en sus esfuerzos por lograr la Paz! Ya lo dijo Simón Bolívar: La Paz es mi puerto, la Paz es mi todo", escribió el presidente venezolano Hugo Chávez en su cuenta oficial en Twitter.

 

Noruega

 

"Se requiere valor para buscar la paz. Quisiera felicitar a las partes por iniciar un diálogo que podría poner fin al muy largo conflicto armado en Colombia", declaró el ministro noruego de Relaciones Exteriores, Jonas Gahr Stoere.

 

Cuba

 

"Hemos respondido a las solicitudes de ambas partes, que buscan poner fin al conflicto, sin influir en sus posiciones. El proceso ya lleva más de un año y Cuba ha estado respetando el compromiso de confidencialidad", dijo el embajador de Cuba en Colombia, Jorge Iván Mora.

 

Chile

 

"El gobierno de Chile reitera su compromiso con la paz y prestará la contribución que le sea requerida. Igualmente, hará todo lo que esté a su alcance para que el proceso culmine con éxito", señaló la cancillería chilena en un comunicado.

 

Obama

 

"El gobierno de Santos ha demostrado un compromiso inquebrantable con la búsqueda de una paz duradera y asegurar una mejor vida a todos los colombianos a través de políticas de seguridad e inclusión social", señaló el presidente estadounidense Barack Obama, en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.

 

OEA

 

“Colombia, su gobierno y su pueblo, han realizado en la última década, grandes sacrificios para fortalecer su democracia, su unidad interna y su imagen internacional, creando así condiciones favorables para dar término político a un conflicto que altera significativamente la vida nacional”, manifestó el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.

 

Pastrana

 

“El proceso de paz no pasa por el Presidente Uribe, Santos no tiene que pedirle permiso”, consideró el expresidente Andrés Pastrana, agregando que “el único colombiano que no ha querido darle la oportunidad a la paz es Álvaro Uribe”.

 

Petro

 

“Es un respaldo al Presidente en un  paso audaz, que en nuestra opinión es vital para la sociedad colombiana, porque la verdadera victoria no es la guerra, es la paz”, afirmó el alcalde mayor de Bogotá, Gustavo Petro.

 

Alcaldes

 

“Cuente Señor Presidente con nuestro respaldo, sabemos que no es una tarea fácil y esperamos que los interlocutores sean serios con el País y le jueguen limpio a las esperanzas de todos los colombianos”, le escribió al presidente Santos el director ejecutivo de la Federación Colombiana de Municipios (Fedemunicipios), Gilberto Toro.

 

 

“Bofetada”

 

 "Una bofetada a la democracia". Así consideró el expresidente Álvaro Uribe el anuncio de los diálogos de paz del Gobierno con las Farc.

"Las Farc son el cartel de narcotráfico más grande del mundo", expresó Uribe, agregando que "no se puede combatir al terrorismo con impunidad".

 

 

Negociadores

 

El fiscal Eduardo Montealegre informó que una vez el presidente Santos le comunique los nombres de los negociadores por parte de la guerrilla se ordenará la suspensión de las órdenes de captura, sin importar el delito de que se les acuse, dado que así lo señala el Marco Legal para la Paz.

Hasta el momento, las Farc han dicho que su delegación está conformada por Luis Alberto Albán, alias Marcos Calarcá;

Jesús Emilio Carvajalino, alias Andrés París; así como por los guerrilleros conocidos con los alias de Ricardo Téllez, Sandra Ramírez y Hermes Aguilar.

Por el Gobierno estarían el exvicepresidente Humberto de la Calle y el exministro Frank Pearl, acompañados por otras ocho personas cuyos nombres serían anunciados hoy.