Desde que se implementó el nuevo Código de Policía, se han visto muchos casos donde los dueños de los perros de razas potencialmente peligrosas los abandonan o hasta llegan al caso de matarlos, por la regulación de tenencia de ejemplares caninos en lugares públicos de zonas urbanas, rurales y vías.
Este Código llegó con una serie de exigencias para los dueños de los perros de razas potencialmente peligrosas o sus cruces como American Staffordshire Terrier, Bullmastiff, Dóberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Fila Brasileiro, Mastín Napolitano, Pit Bull Terrier, American Pit Bull Terrier, De presa canario, Rottweiler, Staffordshire Terrier, Tosa japonés.
Un artículo dice que los dueños de estos caninos deben tener una póliza de responsabilidad civil extracontractual, para no pagar una multa de 32 salarios mínimos diarios legales vigentes. Sin embargo después de cuatro meses de vigencia del Código de Policía, el Gobierno no ha reglamentado esta norma para que la póliza sea exigida.
El presidente ejecutivo de Fasecolda, Jorge Humberto Botero Angulo, dijo a EL NUEVO SIGLO que “el Gobierno no ha reglamentado esa obligación impuesta por el Código de Policía recientemente expedido, por consiguiente esa póliza no se encuentra en funcionamiento y a los propietarios de los perros de raza potencialmente peligrosa no les pueden hacer exigencia alguna en esa materia. Creo que quedó muy mal concebida y que probablemente nunca harán exigible esa póliza”.
Sostuvo el dirigente gremial que “este seguro obligatorio que estableció el Código Nacional de Policía no funciona, porque no ha sido reglamentado, por las complicaciones que se tienen en el momento de saber cómo se define, quién especifica que una raza es potencialmente peligrosa, qué mezclas son y en qué proporción. Eso es un problema técnico muy complicado”.
El problema de la póliza es cómo van hacer las autoridades policiales para saber que el canino está protegido de acuerdo con la ley, debido a que estos animales no van a tener un collar que indique que cuenta con ese seguro obligatorio. “En realidad este seguro para los perros bravos no tiene ningún sentido, la lógica es la viaja tecnología de la correa y el bozal”, añade presidente ejecutivo de Fasecolda.
Una posible solución para saber cuál es el perro que cumple con el Código seria la implantación de un chip subcutáneo que contenga la información del seguro obligatorio, sin embargo esto generaría un costo tanto para el dueño como para la Policía, porque tendrían que equipar a sus agentes con tecnología adecuada que pueda leer la información de existencia de la póliza.
Jonathan Barreto, coordinador de la Fundación Huellas-Perros al Servicio de la comunidad, dice que “recién salió el Código de Policía fue alarmante al abandono de estos perros, pero que ahorita otra vez volvió al tema normal de que los dejan en la calle casi todo el tiempo, por ahora están en la incertidumbre porque hay mucha predisposición a ciertos perros”.
Con el abandono y las exigencias del Código por la tenencia de estos caninos, se han aumentado las cifras de los perros que son dejados en la calle, pero que algunas fundaciones o refugios de animales les brindan una segunda oportunidad para que sean adoptados, pero este tipo de razas potencialmente peligrosas no son bien recibidas en algunas familias por algunas de sus características físicas y por la mala fama que tienen.
“Desde hace rato nosotros tenemos este tipo de perros, la verdad no los adoptan, una razón es por el Código y otra por la mala prensa que se les ha hecho a estos animales”, añade el coordinador de la Fundación.
Ese es el caso de Gaia, una perra enrazada con Pitbull, con 6 años de vida, que fue adoptada por Iván Caicedo Cuervo cuando solo tenía meses. Él dice que “si hay una estigmatización hacia estos perros, es porque las personas se asombran por su aspecto y por la fuerza que estos caninos pueden tener, por eso es mejor estar prevenidos y mantenerlos con el collar”.
“Para que un perro sea potencialmente peligroso, depende del trato que uno como dueño le dé al canino, porque por ejemplo con Gaia, ella solo ha sido fuerte con las otras perras, nunca ha mordido a otro perro o a una persona. En ocasiones le pongo el bozal porque también los hace ver más peligrosos y no me gusta”, añade Caicedo.
Daniel Tovar, dueño de un Pitbull, dice que “con el nuevo Código de Policía ahora lo que uno tiene que hacer antes de salir es tener en cuenta las bolsas y el periódico para recoger las heces de los perros, porque uno se puede ganar un parte en el parque. Ahora si uno tiene un canino llamado potencialmente peligroso como es mi caso con Pola, toca empacarle su bozal y la correa para poder caminar con ella tranquilamente. Aparte en este momento no me pueden exigir la póliza porque no hay aseguradoras que estén cubriendo, porque ni siquiera está reglamentado”.
Según los animalistas y miembros de las fundaciones protectoras de los derechos de los animales, todos los perros que pertenecen a una familia, deberían ser tratados como tal. Lo que hace falta en el país es crear más conciencia al momento de adoptar o ingresar una mascota para que pertenezca al núcleo familiar, teniendo un buen trato con ellos.
Con los perros considerados potencialmente peligrosos por el Código Nacional de Policía, se ha mostrado una confusión, debido a que son más fuertes que otras razas y algunos de ellos acumulan más energía, pero como el resto de caninos necesitan estar en ambiente equilibrado, donde puedan jugar y tener una buena alimentación.