Las críticas al desempeño del sector social del Gobierno han venido aumentando y si provenían de congresistas cercanos a la Administración, la oposición no podía quedarse atrás.
La supuesta entrega de funciones del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) a operadores privados motivó que el senador del Polo Democrático Alexander López pidiera la renuncia de Diego Molano, director de la entidad.
“Con el piloto que adelanta el Gobierno Nacional en el ICBF para incrementar la atención a la primera infancia se están entregando las funciones de la entidad a operadores privados, afectando a cerca de treinta mil madres y hogares comunitarios contratados directamente por el ICBF”, dijo López; y agregó que “pareciera que la reestructuración estuviese pensada para que operadores privados cumplan al pie de la letra cada exigencia”.
El senador López considera “irresponsable” la actitud de Molano porque, explicó, hay operadores privados que no tienen la experiencia suficiente para atender la población infantil, anotando que aún no existen garantías para las madres comunitarias, ya que no se les está pagando lo que había anunciado el Gobierno: “Su retribución aún no llega ni al mínimo, tal como lo prometió” el presidente Juan Manuel “Santos”.
Molano respondió que lo que ha tratado de hacer durante su gestión es resolver problemas que la Entidad tiene desde hace varios años y que durante sus primeros meses ha buscado fortalecerla.
“Los que piden la renuncia son los que sienten que se están afectando las realidades de lo que debe ser este nuevo Instituto. Lo más fácil es criticarlo y desconocer que estamos trabajando duro. El ICBF no está parado”, precisó; “todo el mundo habla del interés superior de los niños, pero con un interés particular. El de la niñez es un tema sensible, una realidad que toca a toda Colombia. Lo que nos exige la sociedad es que actuemos de la mejor manera”.