El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff habrá sacado en marzo a 22 millones de brasileños de la extrema pobreza, y se propone localizar a otros 2,5 millones que no reciben ayudas para acabar con la miseria en el país, anunció la ministra de Desarrollo Social.
Rousseff llegó al poder en enero de 2011 con el compromiso de acabar con la miseria en este gigante de 194 millones de habitantes, sexta economía mundial pero también uno de los países con mayor brecha social entre ricos y pobres.
Los programas de transferencia de renta conocidos como Bolsa Familia e impulsados por el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva "aliviaron mucho la pobreza" en Brasil, pero "en 2011 todavía 22 millones continuaban en extrema pobreza", dijo la ministra Tereza Campello en entrevista con corresponsales extranjeros.
El gobierno se disponía a anunciar este martes una ampliación de los programas sociales que se hará efectiva en marzo, con la que pretende llegar a los últimos 2,5 millones de personas inscritas en los programas sociales del gobierno, cuya renta no alcanza 1,25 dólares por día, considerada internacionalmente la línea de la extrema pobreza, explicó Campello.
"A partir del 18 de marzo, ningún beneficiario del Bolsa Familia estará en la extrema pobreza. Significa que conseguimos dentro de los dos años del gobierno de la presidenta Rousseff elevar la renta de 22 millones de personas por encima de los 70 reales al mes (1,25 dólares por día)", dijo.
La ministra explicó que existen aún unas 700.000 familias (unos 2,5 millones de personas) fuera de los programas sociales que viven en extrema pobreza y que el gobierno se ha impuesto encontrar, en áreas remotas del país como la selva amazónica y también en las periferias de las grandes ciudades del sur y sureste.
"Nuestro objetivo es localizar a esas personas en el tiempo que tenemos" de gobierno, que concluye en 2014, señaló.
Rousseff lanzó su programa Brasil Sin Miseria en junio de 2011. En 2012 ese dispositivo fue ampliado a familias con hijos menores de 15 años y enfocado en las necesidades exactas de esos núcleos familiares para alcanzar la renta mínima de 1,25 dólares al día.
"El programa consiguió una efectividad muy grande" y desde marzo próximo llegará también a las 2,5 millones de personas sin hijos o hijos mayores de 15 años, las últimas registradas en los censos oficiales de la miseria que aún noi han recibido asistencia estatal.
El complemento de renta familiar promedio del Brasil sin Miseria es de unos unos 120 dólares.
"Estamos cerca de poder decir con orgullo que este país no tiene más pobreza extrema", había avanzado hace dos semanas la presidenta Rousseff.
Casi 50 millones de brasileños se benefician de los programas sociales contra la pobreza, que cuentan con fondos por 11.500 millones de dólares, 60% más que los que manejaban al término del gobierno de Lula, en 2010.
Los programas de combate a la pobreza, además de complementar la renta, tienen como prioridad garantizar "acceso a servicios públicos de salud, educación, luz o agua potable o saneamiuento", y "llevar oportunidades de empleo a esas familias", dijo la ministra./AFP