Gobierno responde críticas a política agraria | El Nuevo Siglo
Martes, 5 de Junio de 2012

Hay congresistas que consideran que el sector agrícola pasa por muchas dificultades, expresadas en la baja calidad de vida de los campesinos y el desequilibrio que tienen los productos del campo frente a las grandes cadenas de mercado.

Entre los Representantes que consideran que se debe prestar mayor atención a las políticas agrarias está el huilense Luis Enrique Dussán, del movimiento Unidad Liberal, para quien el país tiene un gran potencial en el sector rural y en la producción de ciertos elementos, pero a la vez existe atraso e inequidad, por lo que propone la creación de “políticas públicas verdaderas”.

“El campo necesita políticas públicas verdaderas, políticas que el campesino conozca y que le proporcionen un equilibrio en el pleno desarrollo de sus actividades, políticas que permitan las alianzas productivas, las inversiones rurales, el mejoramiento de vías y el fortalecimiento de la educación rural”, dijo el Representante.

Dussán agregó que “hay que mirar de qué manera con los proyectos y programas que implemente el Estado se puede ordenar el territorio y así permitir que la riqueza se distribuya y se mejore para tener una mejor rentabilidad y condiciones de vida”.

El ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo respondió este y otros interrogantes que los congresistas plantearon, pero siempre defendiendo que las políticas agrarias se están moviendo de una buena manera a pesar de las carencias por las que está atravesando el sector.

“La locomotora de la agricultura y la ganadería está en marcha. Todavía no la tenemos a velocidad de crucero, como querríamos verla, pero se puede registrar que ha salido de ese taller de reparación donde estaba parada y hoy en día ya está en movimiento”.

Restrepo además recordó que en su Ministerio recaen proyectos de vital importancia para el Congreso y para el Gobierno Nacional como por ejemplo convertir al sector agropecuario, y hacer que la Ley de Víctimas y Reparación logre trascender de ser un tratado de buenas intenciones y pasar a que logre convertirse en una verdadera “revolución agrícola”.