El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC coincidieron este viernes en que hay "avances" en las negociaciones de paz que sostienen en La Habana, pero el jefe negociador oficial, Humberto de la Calle, admitió lentitud en su ritmo.
"Por un lado hay avances en el tema de política social, pero tengo que reconocer que hay una sensación dual al evaluar esta fase", dijo a periodistas el ex vicepresidente De la Calle, tras finalizar el octavo ciclo de conversaciones, iniciadas el 19 de noviembre pasado.
"Por un lado hay avances (...) pero también tengo el deber de informar a la opinión pública, que a nuestro juicio, el ritmo de las conversaciones ha sido insuficiente, inconstante", añadió.
En comunicado escrito entregado anteriormente a la prensa, la delegación del gobierno dijo que "se presentaron avances importantes" en la discusión del complejo tema agrario, que dio origen al conflicto colombiano, y que las partes ya cuentan con "borrador de acuerdo después de discutir en profundidad sobre esta problemática".
Según De la Calle, los acuerdos abarcan "los temas de programas de desarrollo con enfoque territorial, infraestructura, adecuación de tierras, desarrollo social, salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza, estímulo a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa".
No obstante, De la Calle insistió en que "es preciso agilizar y que es posible agilizar", el proceso de paz.
"Entregamos hoy un balance relativamente satisfactorio en los avances sociales, pero podríamos haber progresado mucho más. Creemos que la mención pública sobre puntos y avances y el deseo de avanzar no es suficiente, esto hay que llevarlo a la mesa y convertirlo en realidad", añadió.
Los guerrilleros también fueron instados a mayor agilidad en esta jornada desde Colombia, por el presidente Juan Manuel Santos.
"Que escuchen allá en Cuba, aquí estamos ofreciendo que cambien las balas por los votos y que las cambien rápido, porque vamos a seguir con esta presión (militar) en todo el territorio nacional", dijo el mandatario en un acto público en la población de Apartadó, departamento (provincia) de Antioquia (noroeste).
Por su parte, Iván Márquez, representante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) destacó que la guerrilla "se siente satisfecha con los logros que estamos concretando, materializando, en este esfuerzo por encontrar las posiciones de las dos partes".
Márquez, que es también número dos de las FARC, subrayó que el grupo rebelde está dispuesto a "revisar" posibles "errores cometidos durante varias décadas de guerra en Colombia, pero descartó pedir "perdón" al gobierno, a quien consideró el verdadero "victimario".
"Hemos dicho que cualquier error que se hubiese cometido en el desarrollo del conflicto y de la resistencia armada a que nos ha obligado el terror de las élites en el poder, estamos dispuestos a revisarlo en función de la reconciliación", pero "ninguna autoridad moral tienen los victimarios y sus tribunales para juzgarnos", dijo Márquez.
El comandante insurgente Andrés París, pidió el domingo desde La Habana a los colombianos tener paciencia sobre los resultados de las negociaciones de paz, pues el apuro "es el camino más rápido del fracaso".
Desde que iniciaron las negociaciones en noviembre, ambas delegaciones trabajan sobre el primer punto, relativo al tema agrario, de una agenda de cinco, acordada previamente para poner fin al conflicto de varias décadas.
Según dijo la delegación oficial, las pláticas se reanudarán en el Palacio de las Convenciones de La Habana, el próximo día 15 del mes en curso.
AFP.