PREOCUPACIÓNpor el aumento de la compra de celulares robados en Colombia hay entre las autoridades, dijo en el Congreso el ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), Diego Molano.
El alto funcionario expresó que efectivamente eso está pasando. “La gente tiene que ser consciente de que cuando se compra un celular, que no sea nuevo, que sea como en sitios raros, que tenga claridad que puede ser un celular robado, un celular manchado de sangre”, sostuvo.
Pero al mismo tiempo argumentó que eso no quiere decir que se haya incrementado el robo de teléfonos móviles, “se ha reducido el robo de celulares, pero tenemos que seguir trabajando todos conjuntamente, y lo más importante es que la ciudadanía reporte si se roban un celular, si no lo reportan no podemos hacer nada, que lo reporten y segundo que no compren celulares robados”.
Información
Por otro lado Nancy Patricia Gutiérrez, presidenta de la Asociación de la Industria Móvil de Colombia (Asomóvil), resaltó que “uno de los temas es la comercialización de los equipos robados”.
Gutiérrez destacó la colaboración de la telefonía con toda la trasferencia de la información, a la policía nacional y a las autoridades que lo requieran, con la finalidad de ayudar a la lucha contra este delito.
“Asomóvil está próximo a firmar un convenio con la policía nacional a efectos de poder colaborar en la entrega de toda la información de IMEI, que es como la cédula de ciudadanía de cada uno de los equipos”, señaló Gutiérrez.
El objetivo es que en el momento de que una persona denuncie el hurto del celular se pueda identificar el número y se pueda sacar del comercio.
Reglamentación
Laureano Acuña, senador del Partido Conservador, afirmó que debe existir una reglamentación especial que permita que los celulares que sean robados puedan estar inhabilitados, “de esta manera no prestaría el servicio”.
Indicó el congresista que desafortunadamente es una situación que se da, oferta y demanda. Pero reiteró que el llamado a la ciudadanía es a que se denuncie.
La senadora de Cambio Radical Rosmery Martínez afirmó que es una problemática internacional que lo que se tiene que hacer es que el Estado colombiano firme con la canciller y se mire cómo opera el mercado.
Recalcó que muchas personas por un celular de 50.000 u 80.000 pesos, de un millón, de 700.000 pesos han fallecido, “seguimos enterrando colombianos de bien en una posible falta de seguridad en el Estado colombiano”.
Medidas
Sin embargo, el Gobierno expidió el Decreto 1630 de 2011 donde se adoptan medidas para la comercialización de los celulares robados. Se deja en claro que en Colombia todos los celulares legales (fabricados o que han ingresado al país de manera legal, es decir con factura) tienen un IMEI, que es un número de identificación, el cual será asociado a un sólo número de identificación de una persona natural o jurídica.
Se establece de la misma manera que los celulares que están operando legalmente harán parte de una base de datos positiva que están construyendo los operadores de comunicaciones que actualmente funcionan: Tigo, Movistar y Comcel y que reúne la información de todos los aparatos activos.
Los celulares que sean reportados como hurtados o extraviados serán incluidos en una base de datos negativa y, de esta manera, el aparato será inhabilitado. Una vez un celular sea reportado en esta base no podrá ser utilizado en ninguna de las redes de telecomunicaciones actuales.
Sin embargo, la Policía Nacional advierte que casi todo el mundo lleva en el bolsillo, invertidos en uno de esos aparaticos que lo mantienen comunicado y conectado día y noche, entre 200.000 y 1 millón de pesos. Una verdadera tentación para los amigos de lo ajeno.
De allí que el hurto de celulares se haya convertido, en Colombia y en el resto del mundo, en el principal rubro de robos en las grandes urbes y en un negocio ilegal de carácter transnacional que les da cada día más dolores de cabeza a las autoridades.
No obstante, la cifra que tienen las autoridades es que algunos ciudadanos luego cancelan su denuncia. Los expertos creen que en el país se roban alrededor de 1 millón de celulares al año. Es decir, dos aparatos cada minuto.