“El Estado está más obligado que nunca a diseñar estrategias sofisticadas para combatir la corrupción”, dijo, Juan Carlos Esguerra, ministro de Justicia.

 

La creencia popular según la cual “los ricos se hacen más ricos y los pobres van a la cárcel” ya no aplica en Colombia gracias al “compromiso total e irrevocable” del actual Gobierno para investigar y sancionar a criminales de cuello blanco, aseguró en París el ministro de Justicia y del Derecho, Esguerra.

La aseveración fue hecha ante el Grupo de Trabajo contra la Corrupción en Transacciones Comerciales Internacionales, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), organismo hacia el cual el Gobierno colombiano enfila baterías para ser admitido como un nuevo miembro.

Durante este encuentro fue discutido el desafío que implica para las naciones el delito del soborno transnacional, por ello, el ministro Esguerra no fue tímido al recalcar los esfuerzos que en materia de transparencia realiza la administración del presidente Juan Manuel Santos.

“La campaña de ‘Buen Gobierno’ del presidente Santos es una de las estrategias más ambiciosas de su mandato. Él dirige personalmente el Programa Presidencial de Lucha Contra la Corrupción que incluye medidas preventivas en relación con actos de corrupción, fortalecimiento de los mecanismos de investigación y sanción; coordinación interinstitucional entre los organismos que se ocupan de la corrupción; y medidas relativas al sector privado y a entidades territoriales como los municipios y departamentos”, aclaró el alto funcionario.

El jefe de la cartera de justicia también recordó que Colombia ha desarrollado un marco jurídico amplio y que, por ejemplo, el Código Penal tipifica 34 delitos relacionados con la administración pública, incluyendo el soborno directo e indirecto. Asimismo, presentó el nuevo Estatuto Anticorrupción como una ley que adopta tratados y disposiciones internacionales como la tipificación del soborno transnacional; y que aplica sanciones más severas contra estas conductas.

El ministro Esguerra advirtió que el crimen, tanto en Colombia como en el resto del mundo, encuentra cada día formas innovadoras para robar y mentir, y que ello amenaza la estabilidad y las finanzas nacionales puesto que la industria colombiana se ha convertido en la llave que abre la inversión extranjera en la región.

“Por eso el Estado está más obligado que nunca a diseñar estrategias sofisticadas para combatir la corrupción y esta es la razón por la cual Colombia quiere acceder a la Ocde. No es una aspiración fortuita. Es la aspiración de un país que ve más allá de sus necesidades a corto plazo, de un país que lucha porque el buen gobierno esté acompañado de la administración limpia de sus recursos y de unas relaciones transparentes con los inversionistas extranjeros”, señaló Esguerra.

Esta semana Colombia dio un paso importante en su propósito de ingresar como miembro pleno de derecho a la Ocde, al obtener un reconocimiento a la política de inversión que se adelanta actualmente.

El anuncio fue hecho por el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, luego de que el pasado 5 de octubre, el viceministro de Comercio Exterior, Gabriel Duque, presentara en París los resultados de dicha política ante los 42 países que conforman el Comité de Inversión, incluidos los 8 que participan en calidad de observadores permanentes, y delegados de la Unión Europea y la Secretaría General del organismo.

El resultado fue tan positivo, que el subgrupo de líderes (Steering Committee) manifestó su firme intención de recomendar a la Comisión, que Colombia sea invitada a suscribir la Declaración de Empresas Multinacionales e Inversión Extranjera.

“Lo anterior nos acerca a convertirnos en observadores permanentes de este Comité, con lo que tendríamos una participación igual a la que tienen Brasil, Argentina o Perú. Esperamos que la invitación formal a suscribirlo, se dé a mediados del próximo mes de noviembre”, expresó el funcionario.

El ingreso de Colombia al Grupo de Inversión se convierte en un hito, pues no solo es un requisito fundamental para alcanzar los estándares necesarios que permitan continuar el proceso, sino que quedó claro que Colombia es una economía en crecimiento muy importante a nivel internacional, y así lo reconocieron algunos representantes, quienes manifestaron que “los países desarrollados tenemos que aprender mucho del proceso que está adelantando Colombia”.