El exjefe del gobierno español Felipe González, quien estaba en Caracas para defender a opositores venezolanos encarcelados, llegó este martes a Bogotá en un avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y se reunió con el mandatario Juan Manuel Santos, confirmó la Presidencia de Colombia.
"Hoy al medio día, el Presidente de la República (Juan Manuel Santos) autorizó el traslado del expresidente español, Felipe González, a Bogotá desde el aeropuerto de Maiquetía en Caracas en el avión Legacy de la FAC 1215", dijo en un comunicado la Presidencia de Colombia.
González estaba en Caracas desde el domingo para ejercer como "asesor técnico exterior" en la defensa de Ledezma y López, detenidos tras ser acusados de incitar a la violencia y conspirar contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Sin embargo, el expresidente del gobierno español dejó el país luego de que se le impidiera visitar en la cárcel a López, cuyo juicio tiene una nueva audiencia este miércoles.
El gobierno venezolano citó al embajador colombiano en Caracas para pedir explicaciones sobre el avión que trasladó a González.
"Yo espero explicaciones claras del gobierno colombiano sobre esto de prestar el avión presidencial de Colombia a un señor que vino a desconocer las instituciones venezolanas y apoyar a grupos extremistas que han querido derrocarme", dijo el mandatario venezolano Nicolás Maduro.
A su llegada a Bogotá, González se reunió con Santos y con Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno colombiano en los diálogos de paz con la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), agregó el comunicado de la Presidencia colombiana.
El tema central de ese encuentro en la presidencial Casa de Nariño fue "el proceso de paz en Colombia y la próxima Cumbre Celac-Unión Europea, que se iniciará mañana en Bruselas", según el texto.
El exjefe del gobierno español (1982-1996), abogado de formación, pretendía asesorar jurídicamente a Ledezma, alcalde de Caracas, y a López, líder del opositor partido político venezolano Voluntad Popular.
El gobierno de Venezuela, muy sensible a cualquier vínculo de gobiernos o políticos extranjeros con la oposición, consideró esta visita como un acto injerencista y montó una campaña mediática para repudiarla.
No obstante, durante su corta visita, González pudo entrevistarse en su casa con Ledezma y se reunió con los familiares, los abogados de los dos dirigentes opositores presos y miembros de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
El presidente venezolano Nicolás Maduro ha denunciado en varias ocasiones que su gobierno es víctima de una "conjura internacional" que opera desde el eje Miami-Bogotá-Madrid y que intenta derrocarlo.