La reforma a la educación debe incluir un Consejo Superior autónomo, según lo propuso el representante boyacense Carlos Amaya, del Partido Verde, durante el debate de control político al rector de la Universidad de Cartagena.

“El Ministerio de Educación no debe estar inmerso en este escenario. Lo que hace esta cartera es poner a una persona, cuota de un político, a controlar al rector”, manifestó el congresista.

El representante Amaya, vicepresidente de la Cámara, reiteró que la comunidad académica es la que debe estar conformando el Consejo Superior: “La administración debe estar al servicio de la academia y no lo contrario, por eso en un escenario como estos hay que defender el derecho a la educación”.

El representante propuso que el rector no debe ser elegido por el mayor número de votos, sino, por su capacidad y conocimiento. Además argumentó que quien debe decidir si el rector es bueno o no es la comunidad universitaria.

Frente al manejo de los recursos económicos de las universidades, Amaya agregó que “cuando se desvían los recursos, los funcionarios tienen que responder a la Contraloría; pero si los recursos públicos son sagrados como decía el profesor Mockus, pues mucho más pecado debe ser robarle la plata de la Universidad Pública, porque es muy poca”.

El legislador, le manifestó a la viceministra de Educación, Patricia Martínez, que a los rectores hay que controlarlos, pero también apoyarlos con recursos, que es lo que se necesita con urgencia.

“No se puede seguir pensando, que un país podrá seguir progresando cuando 26 billones de pesos se gastan en guerra, en seguridad democrática, y sólo 2,4 billones de pesos se asignan a la Universidad Pública”, indicó Amaya.

En su intervención, informó que el déficit de la Universidad Nacional asciende a los 11 billones de pesos, lo cual demuestra que se está cayendo a pedazos.

“Pero quiero contarle una noticia peor Viceministra: la Universidad Nacional es la que mejor está. Hay universidades que no tienen sedes ni salones. Hay lugares en donde ni siquiera la educación superior ha llegado. La universidad pública está quebrada”, reiteró.

La viceministra Martínez destacó la autonomía universitaria, la cual consideró necesaria para que las universidades puedan mantenerse al margen de otros poderes de la sociedad.

Martínez añadió que se está poniendo en funcionamiento todo un plan regional para el fortalecimiento de la educación pública a través de diálogos regionales. Estos diálogos regionales se desarrollan por todo el país con la intención de fijar una política de estado frente a las necesidades de la educación superior teniendo en cuenta las necesidades y aspiraciones de la población y de esta manera contribuir a la trasformación social, cultural y económica de los departamentos.

La meta de estos espacios regionales es generar propuestas concertadas entre todos los actores  que permitan la consolidación de un sistema de educación sostenible. Estos procesos de diálogos de educación superior giran en torno de temas como la calidad, la equidad, pertinencia, autonomía, diversidad y sostenibilidad; apuntando a que el consenso entre sus participantes se convierta en una política  pública de educación superior del país. De esta manera dijo la viceministra se viene construyendo la política para avanzar el educación superior y se tomarán en cuenta propuestas como la que hizo el representante Amaya.

A propósito del debate, el congresista realizó un recorrido por la provincia de Lengupá y denunció que en un sitio como estos, de gran valor histórico para el país, no hay ni si quiera una sede de una universidad.

“Este es un  escenario interesante, me da pesar no tener acá al rector de la U.P.T.C con el que no tengo problemas administrativos, pero si académicos, porque creo que la calidad académica de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia ha desmejorado”, explicó Amaya.

Finalmente, le solicitó a la Viceministra que los rectores que han fortalecido la calidad académica de sus instituciones se deben apoyar con una mayor inversión en recursos.