El líder de las Farc, "Timochenko", dijo que el gobierno envió "en secreto" un emisario para gestionar la liberación de un general retenido por la guerrilla, cuya captura motivó la suspensión del proceso de paz que ambas partes adelantan desde hace dos años.
En una carta abierta publicada en el sitio web de las Farc y dirigida al brigadier general Ruben Alzate, liberado el domingo tras 14 días en poder de la guerrilla, "Timochenko" dijo además que esa captura demuestra la fortaleza del grupo insurgente, alzado en armas desde 1964.
"Es cierto que el presidente Santos reaccionó precipitadamente al suspender los diálogos de paz, condicionando su reanudación a su pronta liberación. Pero también lo es que paralelamente envió en secreto un propio a plantear alternativas", dijo el jefe guerrillero.
Alias Timochenko, cuyo verdadero nombre es Rodrigo Londoño, indicó que se insiste en presentar como vencidas a las Farc, pero "es innegable que son mayores que lo que predica a diario el señor ministro de Defensa".
"Nadie que baje la guardia un segundo, ni siquiera el comandante de una fuerza multidisciplinaria de combate, aun en medio de su área de operaciones, se encuentra a salvo de una acción de la guerrilla en Colombia", subrayó.
El general Alzate cayó en poder de la guerrilla, que cuenta con unos 8.000 combatientes según cifras oficiales, cuando se movilizaba de civil y sin escoltas junto a dos acompañantes por una zona selvática del oeste de Colombia.
Tras la captura de Alzate, el oficial de más alto rango caído en poder de las FARC en 50 años de conflicto, el presidente Juan Manuel Santos congeló las negociaciones de paz que su gobierno adelanta con las FARC desde noviembre de 2012 en Cuba sin un alto al fuego en Colombia.
Después de la liberación de Alzate el domingo pasado, el gobierno envió a sus delegados a Cuba para iniciar una "evaluación fría" del proceso de paz con el fin de retomar los diálogos.
"Timochenko" destacó que Alzate, que el lunes pidió el pase a retiro y fue aceptado por el presidente, "tampoco pareció un hombre intolerante y rudo, sino alguien con el que se podía hablar" y lo llamó a ser una "voz cuerda" en las fuerzas militares de Colombia.
El líder guerrillero concluyó con un llamado a la "reconciliación" y subrayó que las FARC están dispuestas a "dejar de hacer la guerra" si "se garantiza en nuestro país el debate libre y abierto de ideas, sin odios ni persecuciones".