Gobierno mexicano no recibirá al Dalai Lama | El Nuevo Siglo
Jueves, 10 de Octubre de 2013

EL líder espiritual tibetano y Premio Nobel de la Paz Dalai Lama iniciará este viernes su cuarta visita a México, en la cual por primera vez no sería recibido por funcionarios del gobierno, que este año dio un fuerte reimpulso a sus relaciones comerciales con China.

"El presidente de México (Enrique Peña Nieto) no tiene intención de recibir al Dalai Lama y nosotros tampoco hemos solicitado ningún encuentro", dijo a la AFP Marco Antonio Karam, fundador y presidente de Casa Tíbet México, que representa a la cultura tibetana en Latinoamérica.

"No sentimos que el ambiente sea favorable para ello y no queremos generar una controversia política que dañe la visita", añadió el experto en tradición budista tibetana, quien precisó que tampoco "nadie (del gobierno) ha ofrecido recibir al Dalai Lama".

En su primera visita a México en 1989, el líder tibetano -acusado por Pekín de alentar el separatismo- fue recibido por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Cuando regresó en 2004 lo atendió un alto funcionario de migración mientras que en su visita de septiembre de 2011 tuvo un encuentro privado con el presidente Felipe Calderón (2006-2012).

Ese encuentro provocó molestias en Pekín y contribuyó a que la relación entre México y China fuera entonces "la más tensa de los últimos 40 años", con crisis exacerbadas por el marcado déficit comercial para el lado mexicano e incidentes diplomáticos, explicó a Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China-México de la pública Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En cambio, esta vez el Dalai Lama se encontrará con un México que "ha dado un salto cualitativo en la situación política" que mantiene con el gigante asiático, matiza.

Este año, Peña Nieto ha tenido tres encuentros con su par chino, Xi Jinping, con el que se ha propuesto catapultar las relaciones políticas y comerciales entre sus países.

En abril, Peña Nieto realizó un viaje oficial a China mientras que Xi le devolvió la visita dos meses después. En esa ocasión, el gobierno mexicano reiteró su apego a "una sola China" y el reconocimiento de que Taiwán y el Tíbet forman parte del territorio chino.

Una visita puramente espiritual

En marzo de 2011, el Dalai Lama cedió a sus 75 años su liderazgo político y fue reemplazado por el jurista Lobsang Sangay, graduado de la Universidad de Harvard.

Así, la visita del Dalai Lama a México será solo "pastoral, viene para atender las necesidades de la comunidad budista mexicana", formada por unos 5.000 miembros, y a encontrarse con familias y estudiantes interesados en sus enseñanzas, que en la visita de 2011 sumaron cerca de 35.000 personas, señaló Karam.

El viernes, el Dalai Lama recibirá a la prensa en un exclusivo hotel de la capital y el fin de semana ofrecerá enseñanzas sobre el budismo en un centro de espectáculos. El sábado también será recibido por autoridades de la Iglesia Católica mexicana y el lunes ofrecerá una plática gratuita para estudiantes.

El martes viajará al estado de Guanajuato (centro), donde se entrevistará con el expresidente Vicente Fox (2000-2006) y ofrecerá una conferencia sobre "la compasión en acción", y el miércoles irá al vecino Zacatecas (norte) para hablar sobre "el arte de la felicidad" y hacer una plegaria por la paz.

El XIV Dalai Lama, nacido en 1935 de una familia campesina, fue reconocido a los dos años como la reencarnación de su predecesor, de acuerdo con la tradición budista tibetana. En 1950, asumió el cargo de jefe del Estado tibetano, cuando éste fue amenazado por Pekín.

Una serie de estériles conversaciones de paz con Mao Tse-tung llevaron al pueblo tibetano en 1959 a un fallido levantamiento contra la ocupación, tras el cual el Dalai Lama se exilió en Dharamsala, norte de India, donde fundó su gobierno.

Desde entonces, Pekín acusa al líder espiritual de alentar al separatismo y la violencia. El ganador del Premio Nobel de la Paz 1989 renunció a todo reclamo independentista desde 1987 y pide al gobierno chino que respete el legado cultural de su pueblo.

El conflicto persiste y el pasado miércoles la policía china disparó contra manifestantes en el Tíbet hiriendo a 60 de ellos, según varias ONG internacionales que denuncian un aumento de la represión./AFP