El gobierno mexicano trataba de reestablecer el orden en el convulso estado de Michoacán (oeste) y ganarse la confianza de las autodefensas para que depongan las armas y colaboren con información para atacar al narcotráfico.
En medio de la batalla que sostenían las últimas semanas las milicias de las autodefensas y sus enemigos del cártel Los Caballeros Templarios, el gobierno asumió la seguridad de la conflictiva región michoacana de Tierra Caliente y desplegó a miles de efectivos en los principales feudos del narcotráfico.
Este miércoles, el gobierno dijo que ya ha tomado el control de 17 municipios de Tierra Caliente, incluida la ciudad de Apatzingán, el gran refugio y centro de operaciones de los Templarios.
Un mando militar de la zona dijo a la AFP que más de 1.300 policías de municipios de Tierra Caliente serán desarmados e investigados para confirmar las sospechas de que colaboran con el narcotráfico, siendo sustituidos por fuerzas de seguridad federales.
Las autoridades quieren que estas acciones convenzan a las milicias -vecinos de comunidades rurales alzados en armas para protegerse de los crímenes del narcotráfico- y al resto de la población michoacana de que ahora sí van a actuar con mano firme contra el crimen organizado.
"Las autodefensas no son nuestro objetivo, son los criminales. Deben estar convencidos de que vamos a hacer la tarea", afirmó el secretario (ministro) de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en una rueda de prensa.
Al igual que se hizo en una primera reunión con jefes de autodefensa el martes, el ministro les reiteró su llamado a desarmarse y a cooperar con el gobierno. Queremos que "estén muy cerca de nosotros", afirmó.
Osorio Chong también anunció que el operativo ya ha logrado "una detención importante" del cártel de los Templarios, aunque no identificó al detenido.
El gobierno mexicano decidió intervenir en el conflicto michoacano cuando las autodefensas ya se habían hecho con el poder de comunidades de una veintena de municipios con el objetivo de expulsar a los Templarios, convirtiendo a Tierra Caliente en un campo de batalla, con constantes balaceras y bloqueos de carreteras con vehículos incendiados.
Las condiciones de las autodefensas
En Michoacán, los coordinadores de las autodefensas se citaron en el rancho Los Corrales de Tepalcatepec para evaluar la oferta del gobierno.
"Tenemos buena disposición para cooperar con el gobierno" pero para ello su estrategia "en poco tiempo tiene que dar resultados y entregarnos a un líder" de los Templarios, resumió el vocero Estanislao Beltrán al término del encuentro.
El portavoz también dijo que por ahora no aceptan retirarse de las comunidades tomadas ni entregar los fusiles AK-47 y el resto del poderoso armamento con el que cuentan, argumentando que se expondrían a la venganza de los Templarios.
Pero para rebajar la tensión "vamos a ver la manera de poco a poco ir guardando las armas", concedió Beltrán.
Poco antes, las milicias habían expresado sus dudas sobre la efectividad de la ofensiva federal al conocerse que desconocidos incendiaron una farmacia situada a una cuadra de la resguardada alcaldía de Apatzingán, un ataque atribuido a los Templarios que intensificó el temor de los habitantes de esta ciudad semifantasma.
Los dueños de la farmacia "han abierto todos los días y hoy los atacaron. Yo no sé si seguir cerrando, pero ya nos falta dinero", reconoció a la AFP el dueño de una tienda de ropa.
En algunos integrantes de las autodefensas también persiste el rencor por la muerte el martes de al menos dos personas -las milicias dicen que fueron cuatro- por disparos de militares que se enfrentaron a la población civil de una comunidad para desarmar a milicianos.
El cuerpo de uno de los muertos fue enterrado este miércoles en una tensa ceremonia en la que sus compañeros de autodefensas dispararon balas al aire y lanzaron gritos contra los soldados.
"No los queremos ver en (la comunidad de) Buenavista ni en todo Michoacán", dijo llorando a la AFP María Ibarra Ramírez, integrante de las autodefensas.
Dudas sobre la estrategia
Analistas dudan de que el operativo lanzado esta semana por el gobierno pueda acabar con más de una década de violencia en Tierra Caliente, una región clave para el narcotráfico plagada de cultivos de amapola y marihuana y de laboratorios de drogas sintéticas.
El exoficial del centro de inteligencia mexicano Alejandro Hope apuntaba el miércoles que el gobierno pudo actuar mucho antes frente al desafío de las autodefensas al tener allí desplegados desde mayo a varios miles de uniformados.
"Me parece mal que el gobierno esté planteando el desarme de las autodefensas cuando no plantea como prioridad atacar a los Templarios, el origen de la criminalidad y el mayor peligro para la población", dijo a la AFP Raúl Benítez Manaut, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El gobierno anunció la creación de un comisionado especial para la seguridad y el desarrollo integral de Michoacán, reconociendo que el uso de la fuerza no es suficiente para acabar con la violencia y la infiltración del crimen organizado en las instituciones.
Michoacán, donde la mayoría de su población vive en la pobreza, fue el primer estado donde el expresidente Felipe Calderón desplegó al Ejército contra los cárteles en 2006.