Gobierno ha ejecutado 41% del Presupuesto | El Nuevo Siglo
Jueves, 26 de Julio de 2012

A pesar de que el Gobierno reconoció que hasta la fecha ha ejecutado 51 por ciento del Presupuesto General de la Nación, PGN, para este año, un análisis del Bancolombia señala que la ejecución es menor y llega a 41 por ciento en el periodo enero-julio.

Indica un informe de la entidad financiera que al comparar la ejecución con el mismo periodo de otros años, la cifra es baja. Explica que es inferior en 4 puntos porcentuales (pps) al promedio de la última década y en 9 puntos al nivel observado en 2008, año de mejor cumplimiento presupuestal en dicho lapso. Además, la ejecución de 2012 también es menor al 46 por ciento que se presentó entre enero y julio de 2011.

El ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry dijo que se han presentado retrasos notables en los sectores de infraestructura y en los recursos provenientes de las regalías.

Sin embargo, manifestó que su cartera viene trabajando de la mano con el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en la realización deÓrganos Colegiados de Administración y Decisión (Ocad), un consejo integrado por autoridades nacionales y regionales, para asignar recursos y ejecutar obras en diferentes Departamentos, siendo los más recientes los realizados en Boyacá y Meta.

Por otro lado, el análisis revela que la desagregación por tipo de gasto demuestra que existe una baja ejecución del PGN en los rubros de Funcionamiento, Servicio de la Deuda e Inversión.

A julio de 2012, de los 89,8 billones de pesos de apropiación vigente para Gastos de Funcionamiento han ejecutado 42,5 por ciento; de los 38,7 billones de pesos destinados al Servicio de la Deuda, 51 por ciento; y de los 36,8 billones de pesos destinados a Inversión, sólo 26 por ciento. “Teniendo en cuenta que ya ha transcurrido más de la mitad del año, este último porcentaje resulta especialmente bajo. Dadas las cifras anteriores, es de esperarse que entre agosto y diciembre el gasto público se ejecute de forma más acelerada”, sostiene el informe.

Tomando la referencia más reciente, en los últimos cinco meses de 2011 cumplió con 74 por ciento de los gastos de Inversión, 52,5 por ciento del rubro de Funcionamiento y 23,5 por ciento del Servicio de la Deuda.

Señala el Bancolombia que “basándonos en toda la evidencia presentada, podemos afirmar que el GNC está en capacidad de implementar una política fiscal expansiva en lo que resta de 2012. Por un lado, cuenta con mayores ingresos que pueden compensar niveles de gasto más altos sin comprometer su posición de liquidez o endeudamiento. De otra parte, deberá ponerse al día en la ejecución del presupuesto de gastos, en especial en el rubro de inversiones, lo que implicará un impulso a la demanda interna que no logró materializarse en los primeros meses del año”.

La anterior conclusión es relevante para la actual coyuntura colombiana. “Como lo identificamos desde finales del año pasado, el contexto internacional ha comenzado a afectar al país a través del canal real, vía un menor volumen de exportaciones y a su vez menores precios de materias primas a nivel internacional. Por lo anterior, las autoridades económicas deberán adoptar medidas para mantener el dinamismo de la actividad productiva en lo que resta del año”, sostiene el análisis.

En ese sentido, las alternativas disponibles son de política monetaria o fiscal. La primera ha sido el foco de atención en las últimas semanas, toda vez que son cada vez más los agentes que anticipan una reducción de la tasa de interés por parte de la Junta Directiva del Banco Central en sus próximas reuniones.

Sin embargo, no es claro que esta sea la mejor opción. Un impulso monetario podría acelerar de nuevo el crecimiento del crédito a los hogares, que ya tienen un nivel de endeudamiento elevado, en un entorno en que los precios de la vivienda se mantienen en máximos históricos.

Por el contrario, una política fiscal contracíclica podría darle tracción a sectores como la construcción, la industria, el comercio y por ende al empleo, sin poner en riesgo la estabilidad financiera del país o la sostenibilidad de las finanzas públicas.