El gobierno francés presentó este miércoles en Consejo de Ministros la quinta reforma de las pensiones en 20 años, que prevé alargar la vida laboral activa a 43 años para 2035 para poder cobrar la pensión completa.
El texto del proyecto de ley socialista será analizado a partir del 7 de octubre en el parlamento, tres años después de otra reforma precedente del gobierno del conservador Nicolas Sarkozy, que extendió de 60 a 62 años la edad legal para jubilarse.
Para el presidente actual, el socialista François Hollande, esta reforma pretende garantizar el futuro de un sistema de pensiones financiado con los activos, cuyo déficit es crónico --20.000 millones de euros de déficit anunciados de aquí a 2020--.
El nuevo proyecto prevé también aumentar las cotizaciones patronales y salariales para obtener 4.400 millones de euros adicionales. Para 2014 se prevé una subida del 0,15% y después el aumento será del 0,05% anual hasta 2017.
Aunque la reforma no convence a siete u ocho franceses de cada 10, según los sondeos, hasta el momento no suscita un gran rechazo, a diferencia de la de 2010.
La CGT, primer sindicato francés, propuso este miércoles a los otros sindicatos huelgas y manifestaciones la semana del 7 al 11 de octubre cuando la Asamblea Nacional (cámara baja del parlamento) empiece a examinar el proyecto.
La primera jornada de manifestaciones, convocada el 10 de septiembre por la CGT y otros cuatro sindicatos, solo reunió 370.000 manifestantes en toda Francia, según CGT, y 155.000 según la policía, aunque fue la mayor movilización social desde la elección de François Hollande en mayo de 2012.
La oposición de derecha defenderá durante el debate parlamentario que la reforma no va lo suficientemente lejos en la reducción de déficits, anuncian los parlamentarios.
Asimismo, podrían pedir que se retrase la edad legal de jubilación, pero rechazan hacer pagar a los jubilados actuales, aunque no a los futuros.