El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, se reunieron el sábado en Santiago de Chile.
Cárdenas sostuvo que recibió el respaldo de Lagarde por el manejo de las finanzas públicas en Colombia que ha puesto al país como un caso de éxito en América Latina y por la implementación de medidas que buscan garantizar la sostenibilidad y el crecimiento económico del país en medio de un entorno internacional complejo.
En particular, Lagarde destacó, en palabras de Cárdenas, “el compromiso del Gobierno colombiano con cumplir las metas de la regla fiscal y respaldó la reforma tributaria que busca reemplazar gradualmente el impuesto a la riqueza por un impuesto a la utilidades de las empresas”.
Ante el anuncio, ayer el senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, tuiteó: “Directora de FMI ‘bendijo’ la reforma tributaria santista. ¡Cómo será de mala para los colombianos!”.
Ya esa colectividad, en una declaración política divulgada el viernes, sostuvo que “el presupuesto nacional y una reforma tributaria que no contribuyen a disminuir la aberrante desigualdad social ni a reparar la angustiosa situación del aparato productivo nacional”.
La declaración del Comité Ejecutivo Nacional del Polo, suscrita por su presidente Clara López y su secretario general Gustavo Triana, “considera que la situación política, económica y social del país ha empeorado. Las medidas y anuncios sobre estas materias del gobierno de Juan Manuel Santos y que cuentan con el apoyo del Centro Democrático dirigido por Álvaro Uribe, hacen más difíciles las condiciones materiales de la gente, recortan la democracia e implementan una política exterior más ligada a los mandatos de los organismos económicos internacionales y sometida a los intereses del gobierno de Estados Unidos”.
Frente a estas y otras críticas, el propio presidente Santos precisó este fin de semana que no es cierto que el impuesto a la riqueza que está implícito en esta reforma tributaria vaya a afectar a la población de la clase media, "este impuesto es solo para personas con más de 2000 millones de pesos en su patrimonio, y en el país tan solo hay 10.000 colombianos con ese capital".
La oposición política y diferentes sectores gremiales han afirmado que esta reforma es improvisada, a lo que el presidente Santos respondió que desde campaña lo venía anunciando. "Otros candidatos presidenciales también lo tenían en sus programas de gobierno, tal como lo presentaban en los debates, por eso es que era tan necesaria", aseguró el mandatario.
Agregó que "los impuestos al patrimonio, ahora llamado impuesto a la pobreza y el cuatro por mil, se tienen que extender por cuatro años y los otros candidatos presidenciales lo decían porque todo mundo sabía que era necesario".
El mandatario insistió en que el impuesto contra la pobreza va a afectar la inversión, resaltó que este es el antiguo impuesto al patrimonio que se ha venido pagando hace 8 años y no ha afectado la inversión, "si la inversión ha venido creciendo a niveles récord y si no ha afectado en el pasado por qué va afectar ahora, la persona que vaya a invertir no tiene que pagar este impuesto".
Finalmente anunció que el impuesto no va a afectar las Pymes, solo a aquellas empresas que tengan 800 millones de pesos de utilidades, que son cerca de 7.200 empresas, "esto es una reforma progresiva que afecta a todos, y sobre todos estamos pidiendo colaboración porque tenemos que cerrar muchas brechas".