El gobierno de Panamá decretó este miércoles nuevas medidas de ahorro energético con las que pretende evitar apagones programados, debido a la escasez de lluvias que ha mermado la producción a partir de centrales hidroeléctricas.
Desde el jueves las oficinas, tanto públicas como privadas, deberán apagar sus aires acondicionados desde las once de la mañana hasta las tres de la tarde, y sus temperaturas no podrán ser menores a 24 grados centígrados.
Estas medidas se suman a la obligación de apagar los letreros luminosos en horas nocturnas, tanto en edificios públicos como negocios privados, decretada en marzo.
El gobierno pidió además a las empresas que puedan generar su propia energía que utilicen sus plantas, un gasto que les será posteriormente reembolsado.
"Estamos llegando a un punto donde la demanda de energía se ha acercado mucho a la oferta" y el nivel de los embalses "ya está crítico", dijo en conferencia de prensa el ministro de la Presidencia Roberto Henríquez.
Sin embargo, el funcionario descartó la existencia de una crisis energética y dijo que por el momento no se programarán apagones, porque ello afectaría la economía panameña, que crece a una tasa superior al 7% anual.
La ausencia de lluvias ha provocado que los principales embalses del país, Bayano y Fortuna, estén en niveles mínimos y las hidroeléctricas se han visto con dificultades de generar la energía necesaria para atender la demanda.
En Panamá la energía procede en un 28% de hidroeléctricas y un 51% de hidrocarburos, un 10% de carbón, 4% de autogeneración y 2% de importación.
Según Henríquez, los apagones programados "se pueden evitar si adoptamos disciplina con estas medidas", que pudieran extenderse hasta mayo, mes en que se espera inicien las lluvias.
Según fuentes oficiales, Panamá genera 1.600 megawatts al día de energía y consume hasta 1.400 megawatts.
Las medidas anunciadas por el gobierno no abarcan a hospitales ni centros educativos.
Panamá sufrió en mayo del año pasado dos semanas de crisis energética, cuando el gobierno tuvo que tomar medidas de ahorro por la peor sequía en quince años, que estuvo a punto de provocar cortes programados de electricidad.