por Alice RITCHIE
De regreso a Atenas luego de una gira europea con pocos resultados, los dirigentes del nuevo gobierno griego reiteraron el viernes sus demandas de un plan de ayuda al país, manteniendo su posición antes de las difíciles reuniones de la semana próxima.
La posición del gobierno, y el tiempo que pasa cuando hay fechas límites y cruciales para cumplir con sus acreedores, llevaron a la agencia Standard & Poor's a degradar de un nivel la calificación del país, de "B" a "B-".
Grecia mantuvo su polémica petición de financiamiento antes de concluir nuevos acuerdos con sus acreedores, y considera que no debe de haber, mientras se negocia, ninguna "acción unilateral" de las partes, según dijo el viernes una fuente gubernamental.
El gobierno pide 1.900 millones de euros al Banco Central Europeo y a los bancos centrales de sus socios, y la extensión de su capacidad de endeudamiento fijado por sus acreedores en 15.000 millones de euros en 2015.
La agencia Standard and Poor's (SP) degradó el viernes la calificación de la deuda soberana de Grecia de "B" a "B-" y mantiene al país bajo vigilancia negativa, a causa de la incertidumbre sobre la reestructuración de su deuda.
La agencia de calificación había amenazado el 29 de enero con bajar esta calificación, anunciando la puesta bajo vigilancia con implicación negativa.
"El tiempo de que dispone el nuevo gobierno griego para lograr un acuerdo con sus acreedores sobre un refinanciamiento de su deuda se redujo a causa de las necesidades de liquidez", subrayó la agencia el viernes por la noche en un comunicado.
S&P mencionó "las incertidumbres alrededor del calendario y del logro de un acuerdo" que pueden, según la agencia, "acelerar los retiros de dinero, deprimir la inversión y debilitar los ingresos fiscales".
Grecia, financieramente en dificultades y con un nuevo gobierno desde el domingo, iniciará una semana decisiva, y en particular el miércoles, enfrentará una difícil reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro.
La capacidad de financiamiento del país reposa ahora sobre las facilidades del BCE para no ir a la quiebra, lo que podría desencadenar un pánico con imprevisibles consecuencias en los mercados.
Tras haber enviado un mensaje de rigor a Grecia, el BCE abrió sin embargo una puerta para dar un poco de oxígeno a los bancos griegos, que podrían pedir prestado a la institución hasta 60.000 millones de euros.
El programa de ayuda europeo a Grecia termina a fines de febrero.
Los dirigentes griegos antiausteridad reiteraron el viernes su compromiso de renegociar la inmensa deuda del país, pese a haber retornado con las manos vacías de una gira por Europa donde apenas hallaron aliados a su causa.
"El gobierno respetará el mandato del pueblo", que votó por el fin de la austeridad y la renegociación de la deuda, reiteró el viernes el portavoz del ejecutivo, Gabriel Sakellaridis, en la cadena Antenna.
Tsipras y su ministro de Finanzas Yanis Varoufakis recorrieron París, Londres, Roma, Fráncfort, Bruselas y Berlín en los pasados seis días para explicar sus planes para aliviar la situación de una Grecia financieramente acorralada.
La gira empezó bien, con algunas muestras de comprensión, pero acabó mal.
El ministro alemán de finanzas Wolfgang Schäuble reiteró la oposición de su país --primera economía y líder de la zona euro-- a renegociar la deuda griega y expresó su escepticismo sobre los planes de Atenas para restructurar esos créditos.
Todo ello se añadió además a la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de cortar el acceso de los bancos griegos a uno de sus canales de financiación.
- Reunión especial sobre Grecia -
Los contactos internacionales de Grecia prosiguieron este viernes en Atenas, esta vez con representantes de Estados Unidos.
“Estados Unidos considera que es muy importante que el gobierno griego trabaje de forma cooperativa con sus colegas europeos y con el FMI" declaró este viernes el embajador estadounidense en Atenas.
El embajador David Pearce hizo esta declaración, citada en un comunicado de la legación diplomática, tras una serie de entrevistas con los principales dirigentes griegos, entre ellos Tsipras y Varoufakis, realizadas en los dos últimos días.
En varias de estas reuniones participó el vicesecretario adjunto del Tesoro estadounidense, encargado de asuntos europeos, Daleep Singh.
Por otro lado, el próximo miércoles, los ministros de Finanzas de la zona euro acuden a Bruselas, para una reunión "extraordinaria" con el objetivo de intentar hallar un acuerdo sobre la situación de Grecia.
Esta reunión se celebrará en víspera de una cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE).
Será la primera cita europea para el nuevo ejecutivo griego, y la primera vez también que Tsipras podrá reunirse con la canciller alemana Angela Merkel/AFP.