El aumento de las plantaciones de coca en el país en cerca de 50 mil hectáreas entre 2015 y 2016, fue aceptado por el Gobierno nacional.
Las cifras que se filtraron son las de las Naciones Unidas, que señalan que pasaron de 96 mil hectáreas a 146 mil hectáreas, estadísticas que se distancian en 42 mil hectáreas a las que maneja la Casa Blanca.
“Tenemos que reconocerlo. Es una triste noticia para el país, pero no nos vamos a dedicar a pelear con las cifras, vamos a pelear con las mafias y el crimen organizado”, señaló el vicepresidente Oscar Naranjo, en un encuentro con los directores de Interpol a nivel mundial.
Sin embargo, el general Naranjo indicó que la propuesta para este año es erradicar 100.000 hectáreas de cultivos de droga.
“Nos hemos propuesto para el año 2017 erradicar de manera forzosa 50.000 hectáreas y avanzar en la sustitución de otras 50.000 por vía de acuerdos voluntarios con las comunidades. 100.000 que acumulemos este año es una cifra que estimamos será fundamental para quebrar la tendencia al crecimiento”, añadió.
Así mismo indicó que la Vicepresidencia, según orden del presidente Juan Manuel Santos es que lidere la lucha contra los cultivos ilícitos.
“El mandato del señor presidente es que la Vicepresidencia sea la responsable de la articulación, coordinación, verificación y fiscalización de los avances”, agregó Naranjo.
La ONU ya había advertido que entre 2014 y 2015 los cultivos ilícitos en el país aumentaron en un 39%, al pasar de 69 mil hectáreas a 96 mil.
De acuerdo con expertos y la oposición, el desmedido incremento en el número de hectáreas sembradas con coca se debe a la decisión del Gobierno nacional de suspender las fumigaciones aéreas con glifosato.
Aunque el gobierno del presidente Donald Trump llamo la atención sobre la necesidad de combatir hasta reducir a su más mínima expresión esas plantaciones, en Colombia se ha asegurado que no se volverá a las aspersiones aéreas y que el uso del glifosato está descartado.
También se ha afirmado por parte de las autoridades nacionales que las cifras podrían ser menores si se tiene en cuenta que zonas en las que antes estaban las Farc, los cultivos fueron abandonados y las plantas ya no producen porque no hay quien raspe las matas.
Además, para el Gobierno, se trata de cifras de 2016, el acuerdo de paz se refrendó hasta el 24 de noviembre del año anterior, por lo que allí empezó en firme la aplicación de los acuerdos para erradicación y sustitución de cultivos.
Dicen que la expectativa por los beneficios de los acuerdos hizo que antes de la firma, las familias en las zonas cocaleras aumentaran el número de hectáreas sembradas esperando que se incrementaran también los beneficios de sustituirlos.
De manera que estos resultados del informe que se conocerá el próximo viernes, no tienen en cuenta los 2 programas bandera para acabar con la coca en el país, que incluyen 50.000 hectáreas que se deben erradicar de manera forzosa por la fuerza pública, donde ya van más de 18.000 en lo corrido del año y aumentando.
Además del programa de sustitución voluntaria, en el que ya firmaron el pacto más de 85.000 familias en todo el país y que a final de 2017, para el próximo informe de la ONU, deberá permitir la erradicación de otras 50.000 hectáreas.
Así mismo, el lunes el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, al referirse al informe de la ONU en materia de cultivos ilícitos y en el que se indica el aumento de más del 50%, aseguró que si no bajan las cifras en este año “pondrá su cabeza”.
Villegas recalcó que aunque la cifra de 146 mil hectáreas es menor a la que expuso Estados Unidos, son conscientes del trabajo que deben hacer en materia de erradicación.
Según el ministro, la tendencia al alza en hectáreas ilegales “no puede seguir y todos los que tenemos responsabilidades operativas y políticas sobre ese tema, si esa tendencia se mantiene, creo que debemos poner la cabeza por delante. No es una tendencia que el país resista, acepte y construya su paz hacia el futuro”.
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