El despido del presentador Kico Bautista del canal Globovisión por difundir un mitin del líder opositor Henrique Capriles confirmó un giro editorial orientado a evitar confrontar al gobierno, en la única televisora abierta venezolana que se había mostrado crítica, señalaron analistas.
Bautista confirmó a la AFP que fue despedido por difundir en su programa "Buenas Noches", el pasado viernes, un fragmento de un discurso del excandidato presidencial Capriles que no transmitió en directo Globovisión, vendida hace dos semanas y que era la única que daba amplia cobertura a la oposición.
Analistas consultados por la AFP coincidieron en que el despido de Bautista confirma el cambio en la línea editorial de Globovisión anticipado por sus nuevos dueños para colocarse en el centro del espectro político y evitar confrontaciones con el gobierno con miras a renovar la concesión del canal en 2015.
"Estos nuevos dueños tienen que tener ya alguna conexión con el gobierno, no pueden comprar un canal y mantener su línea crítica, de confrontación, cuando sabemos que está por vencer la concesión", dijo a la AFP Marcelo Bisbal, experto en comunicación de la Universidad Central de Venezuela.
Hasta el 13 de mayo, Globovisión pertenecía a la familia Zuloaga, que libró una larga pugna con el chavismo y cuyo patriarca, Guillermo Zuloaga, se autoexilió en Estados Unidos tras ser requerido por la justicia venezolana acusado de usura y asociación delictuosa.
"Nadie invierte dinero para perder dinero. Los nuevos dueños quieren mantenerse neutrales", añadió Bisbal, quien no descarta las versiones de que los nuevos propietarios estarían incluso ligados a altos miembros del gobierno.
Globovisión fue adquirida por tres inversionistas encabezados por Juan Cordero, ligado a los seguros y el mercado bursátil.
Según Bautista, el mismo Cordero ordenó su despido del canal. "A Cordero le molestó que pasara fragmentos del mitin de Capriles, dijo que él era quien mandaba y esa misma noche me botaron (despidieron)", explicó.
Carlos Correa, director de la organización defensora de la libertad de expresión Espacio Público, considera que los nuevos directivos tomaron la decisión de restringir los espacios a la oposición en una "perspectiva de mercado" para no "perder un negocio".
"Un canal puede cambiar su línea, pero debe rendir cuentas a su audiencia. Los anteriores propietarios tenían una línea editorial y política, lo que era válido, no lo ocultaban. Si se restringe el acceso a la oposición, se afecta la pluralidad de la oferta informativa", añadió.
Bautista explicó que una de las nuevas directrices de los propietarios de Globovisión "es no transmitir en vivo a políticos, sin importar el partido", pero consideró que esta decisión está orientada a bloquear a Capriles.
"Quieren poner a Globovisión en el centro. No estuve de acuerdo. El presidente (Nicolás) Maduro no necesita que lo transmitamos en vivo, tiene a todo un aparato del Estado para hacerlo. Globovisión era el contrapeso a la hegemonía comunicacional del gobierno", añadió.
En la televisión abierta, el gobierno cuenta con el canal Venezolana de Televisión, que transmite en directo todas las actividades de Maduro y de miembros de su gobierno. También tiene el sistema de noticias Telesur y canales locales, además de frecuentes enlaces del presidente en cadena obligatoria de radio y televisión.
Capriles y Maduro libran un agudo intercambio verbal centrado sobre todo en la elección presidencial del pasado 14 de abril, en la que el actual mandatario venció al opositor por una diferencia de 1,49 puntos porcentuales. La oposición ha impugnado este resultado ante los tribunales.
En su cuenta Twitter Capriles se refirió el domingo al caso, al agradecer a los trabajadores del canal por haber contribuido a que fuera "una ventana" para que se conociera "información en tiempo real distinta a la del gobierno".
Al despido de Bautista se sumó este lunes la renuncia de la gerente de programación de Globovisión, Lina de Amicis, confirmada por el mismo conductor y por fuentes del canal consultadas por la AFP.
Días atrás, también salió el diputado exchavista y ahora opositor Ismael García, quien participaba en el programa "Aló Venezuela" y que el pasado lunes sacudió difundió un polémico audio en el que se habla de supuestos divisiones en el gobierno.
Tras la venta, dos directivas de noticias también renunciaron, mientras que el periodista exchavista Vladimir Villegas, anunciado como director del canal, desistió de asumir por no compartir la nueva línea editorial.
Leopoldo Castillo, del programa Aló Ciudadano -conocido por sus duras críticas al gobierno-, quedó como único director pero por tres meses debido a su estado de salud.
Desde el fin de semana, Globovisión ha perdido popularidad en Twitter. El jueves, según cifras de la red social, contaba con 2.732.279 seguidores y la noche de este lunes la cifra pasó 2.416.647./AFP