Gleydson Carvalho | El Nuevo Siglo
Lunes, 10 de Agosto de 2015

Ejercer el periodismo cada vez implica mayores riesgos. Los comunicadores en diversas partes del mundo, en especial en zonas donde se desarrollan conflictos: Irak, Siria, Libia, y otros, con presencia de grupos radicales como el Ejército Islámico, la muerte ronda. Y no solo por esas regiones belicosas del planeta el peligro acecha, en muchas naciones de Latinoamérica enfrentan retos duros, entre estos la hostilidad de gobiernos de tendencias dictatoriales como los afines al socialismo del siglo XXI. No toleran cuestionamientos de sus políticas. También muchos han sido asesinados en cumplimiento de su misión.

Uno de los últimos crímenes ocurrido la semana pasada, el asesinato del periodista brasileño de radio, Gleydson Carvalho, quien en el preciso momento que conducía su programa en una emisora local de la ciudad de Caomicim, Estado de Ceará, en el nordeste del país suramericano y transmitía en directo, fue atacado a bala por dos sicarios, quienes se hicieron pasar por anunciantes e ingresaron a la emisora. Carvalho era muy conocido por las denuncias que hacía sobre prácticas corruptas de políticos. Había sido amenazado en su página web. En Brasil muchos periodistas han corrido igual suerte por cumplir con su deber.       

En mayo, luego del asesinato de dos periodistas en menos de una semana, la Asociación Nacional de Diarios denunció el "clima de impunidad" que se da en relación con el homicidio de profesionales de la información en Brasil, lo que, según la patronal, contribuye a "que se repitan las violaciones a la libertad de expresión".
Carvalho, se le conocía en la zona como Amigão (amigo), hacía denuncias frecuentes de casos de corrupción.