La policía rusa detuvo a 1.200 personas en una redada contra inmigrantes en Moscú, un día después de disturbios xenófobos por el asesinato de un joven ruso que dejaron 23 heridos y muestran un ascenso del racismo y el ultranacionalismo en el país.
La policía de Moscú detuvo el lunes por la mañana a unas 1.200 personas en un mercado mayorista del suburbio de Biriuliovo, al sur de la capital moscovita, en donde trabajan mayoritariamente inmigrantes de países del Cáucaso y de Asia Central pero también personas provenientes del sur de Rusia, indicó a la AFP el servicio de prensa de la policía.
Estas personas fueron detenidas para verificar "su eventual implicación en crímenes", explicó la policía.
Ese mismo mercado fue escenario el domingo de manifestaciones a gritos de "¡Rusia para los rusos", tras el asesinato de un joven ruso la semana pasada en una calle de ese barrio por un hombre identificado como proveniente del Caúcaso.
Entre los 23 heridos en enfrentamientos entre manifestantes y policías el domingo por la noche, ocho personas, entre ellas dos policías, fueron hospitalizadas, indicó el ministerio de Salud, citado por la agencia Interfax.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobianin, anunció extensos operativos policiales el lunes, tras una reunión con el presidente Vladimir Putin.
"Se decidió en esta reunión movilizar fuerzas adicionales, entre ellas los servicios de control migratorio, para restaurar el orden", declaró Sobianin, citado por Interfax.
Según un periodista de la AFP en Moscú, vehículos policiales patrullaban en el barrio de Biriuliovo el lunes y los accesos al mercado estaban bloqueados. Asimismo, grupos de residentes seguían manifestando su hostilidad frente a los inmigrantes.
El canal Rossia 24 mostró imágenes de filas de hombres escoltados, las manos arriba, por policías rusos.
El alcalde de Moscú anunció además operativos policiales en otros mercados de la capital y en lugares en donde se sospecha se albergan inmigrantes clandestinos.
"Es indispensable para entender la amplitud del problema y ayudar a la policía encontrar al criminal [que asesinó a un joven ruso la semana pasada]", declaró.
El comité de investigación ruso señaló en un comunicado "la gran cantidad de crímenes graves y muy graves cometidos por extranjeros y apátridas".
Los residentes del barrio de Biriuliovo manifestaron el domingo para exigir el arresto del asesino y el cierre del mercado, considerado por muchos como un vivero de delincuentes, pero la manifestación degeneró en choques violentos.
Frente a los disturbios, las autoridades pusieron en estado de alerta a las fuerzas policiales de la capital y enviaron grupos antidisturbios a Biriuliovo y al centro de Moscú, en donde las autoridades temen que estallen manifestaciones masivas ultranacionalistas similares a las de 2010.
Entre las 380 personas detenidas el domingo por la noche, dos permanecerán detenidas y 70 serán procesadas por infracción, según el alcalde.
El autor del asesinato que originó los disturbios, identificado según el diario Izvestia como un ciudadano de Azerbaiyán, aún no ha sido arrestado.
La víctima, un joven de 25 años de edad, volvía a su casa junto a su novia cuando fue apuñalado.
Alexei Navalny, un liberal con rasgos nacionalistas y que se ha convertido en el principal opositor del presidente Putin, advirtió en su blog que sin un cambio de política habrá "otros Biriuliovo" en Rusia.
Navalny exigió además la instauración de un régimen de visado con los países de Asia central y denunció la corrupción de responsables locales que según él mantienen la inmigración ilegal.
El asesinato fue grabado por cámaras de seguridad y medios rusos informaron de que el supuesto asesino es un inmigrante del Cáucaso.
Rusia, que carece de mano de obra, en parte debido a una grave crisis demográfica, acoge a millones de inmigrantes de países asiáticos o exrepúblicas soviéticas.
Estos inmigrantes trabajan por lo general clandestinamente en talleres de confección o en mercados de Moscú u otras grandes ciudades rusas y viven en condiciones extremadamente difíciles.
Paralelamente, el número de manifestaciones xenófobas en Rusia ha aumentado en los últimos años, una muestra del creciente sentimiento racista en este país.
La federación de migrantes de Rusia recomendó prudencia, principalmente a los musulmanes que desean ir a la mezquita para la fiesta del Aid el Kebir, que comienza el martes.