De la eutanasia pasiva, explicó Gerlein, “es decir esa que ayuda a un paciente conectado a la vida por medio de una serie de elementos tecnológicos, pero que no le aporta en verdad a su existencia ni funcionamiento cerebral, de esa casi todos somos amigos”.
En cambio, anotó que la activa es aquella que la practica probablemente un médico con base a la voluntad de una persona. “De esa no soy muy amigo, porque está expuesta ante toda serie de arbitrariedades”, sostuvo.
Entre tanto el también senador conservador Hernán Andrade dijo que todo el tema de vida, de cultura de la muerte se tiene que abordar.
“Creo que en el Congreso debemos abordar los temas de aborto, el tema de eutanasia. Y los conservadores estamos listos para defender nuestros principios y valores de frente”.
Los congresistas hablaron con este Diario a propósito del proyecto número 30 de 2015 Senado, “por el cual se reglamentan las prácticas de la eutanasia y la asistencia al suicidio en Colombia y se dictan otras disposiciones”, radicado el 30 de julio por los senadores Armando Benedetti y Roy Barreras, así como por el representante Alfredo Deluque, todos del Partido Social de Unidad Nacional (La U).
La Comisión Primera del Senado designó al senador Juan Manuel Galán, del Partido Liberal, como ponente de la iniciativa, quien ya citó a una audiencia que se realizaría mañana a las 9. El congresista manifestó que “la idea es que trabajemos hacia la regulación del derecho fundamental, tal como la sentencia de la Corte Constitucional lo ha planteado y le han dicho al Congreso que debe legislar”, expresando que sería una ley estatutaria y lo que se está haciendo es recoger insumos sobre el particular.
Galán señaló que lo que se quiere es garantizar el derecho a morir dignamente, “especialmente a que nadie está obligado a padecer dolores inimaginables, con enfermedades terminales, pero eso debe ser regulado”.
El senador Galán expuso que se va a seguir la línea que ha fijado la Corte Constitucional en su jurisprudencia.
Por su lado, el senador Horacio Serpa, también del Partido Liberal, indicó que está de acuerdo con la iniciativa, anotando que “me parece a mí un procedimiento que corresponde al respeto de la dignidad humana”.
Serpa sostuvo que cuando una enfermedad ya es terminal, cuando el sufrimiento del enfermo es enorme y cuando el sufrimiento se ha extendido a los familiares y los gastos son grandes, “frente a una situación de esta naturaleza el enfermo puede decidir marcharse, y tiene el derecho de recibir el auxilio del Estado y de la ciencia médica para hacerlo de la forma más adecuada y más digna”.
Para la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, allí hay una discusión muy importante sobre cómo es la voluntad de los ciudadanos de poder optar por tratamientos que terminen con un padecimiento del que ya no hay retorno.
“Eso hace parte de la autonomía de los sujetos. El hecho de aprobar la eutanasia no significa que sea obligatorio”, aclaró Valencia, añadiendo que lo que se quiere es que los pacientes que reúnan los requisitos de ley puedan optar por la eutanasia y manifestó que quienes no lo deseen no lo tienen que hacer.
“Esta es una determinación que se debe tomar cuando el ciudadano está en pleno uso de sus facultades y que puede ser ejecutada por los médicos posteriormente”, informó.