Gente. Manuela Osorno, promesa del piano colombiano | El Nuevo Siglo
Osorno Chávez inició sus estudios de música y piano bajo la tutela de la maestra Ludmila Weber. / Foto: Filarmónica de Bogotá
Jueves, 7 de Marzo de 2024
Redacción Cultura

Colombia ha forjado pianistas de talla internacional, mujeres que con sus talentos han abierto las puertas para que otras puedan continuar el camino del éxito. Esfuerzo que muy bien han podido aprovechar nuevas generaciones de artistas, como Manuela Osorno Chávez, quien a sus 6 años ya sabía tocar el piano y ha tenido a las mejores mentoras que en este instrumento haya podido disfrutar: Blanco Uribe y Ludmila Weber, entre otras.

El año pasado fue ganadora del Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá, en esa ocasión dedicado a la Belle Époque, en el que realizó el concierto “Francia en el piano: sonidos y retrato”, con obras de Ravel y Debussy, junto a la ilustradora Claudia García, en el Planetario.

Nació en Bogotá el 18 de agosto de 1994 e inició sus estudios musicales en 2002 en el Conservatorio de la Universidad Nacional de Bogotá. A sus 14 años fue admitida en la Universidad Eafit de Medellín en el pregrado de música, con énfasis en piano, bajo la cátedra de la maestra Blanca Uribe.

“Mi primer concierto lo di a los 7 años en Popayán, en un festival de música religiosa en Semana Santa, en el teatro del Banco de la República, y fue maravilloso, una experiencia muy bonita. A los 17 años me presenté en el primer Festival de Música Clásica, denominado ‘Bogotá es Beethoven’, y quedé seleccionada para tocar en el Teatro Estudio del Teatro Mayor”, relata Osorno, quien pulso a pulso se ha podido destacar en el mundo de la música instrumental.

Maestros

La virtuosidad con la que deslumbra en escena se debe a su preparación. Ha tomado clases con los maestros Hárold Martina, Ángela Cheng, Anton Nel y Frederic Chiu, en el marco del V Festival Internacional de Música de Cartagena; además, participó como joven talento. Estuvo en el Festival de Música del Instituto Tanglewood de la Universidad de Boston, donde recibió clases particulares y maestras de piano y de música de cámara con los maestros Boaz Sharon, Clara Shen y Maxim Mogilevsky.

“La vida de la mujer en la historia de la música ha sido un tema muy complejo, al igual que otras áreas, como el arte o literatura, pero hacia el siglo XX la mujer fue más visible, porque muchas veces fueron ellas las que interpretaban las obras de los hermanos o los esposos. Entonces, poco a poco fueron ganando independencia. Ahora estamos en otra época, en la que las mujeres somos mucho más visibles, existe más igualdad de género. Creo que particularmente en Colombia la mujer en el piano ha sido un poquito diferente, porque solían ser como las personas que más aprendieron a tocar este instrumento en las casas, cuando todavía no había televisión y muchas veces pasaban las tardes tocando música y veían cuando llegaba el periódico con publicaciones de Emilio Murillo o de Luis A. Calvo, informaciones sobre el bambuco o de música de pasillo”, cuenta la pianista.

Esta artista bogotana fue declarada ganadora del Primer Concurso de Piano organizado por la Secretaría de Cultura Recreación y Deporte de Bogotá, Idartes y el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, y fue la protagonista del concierto 28 del I Festival Internacional de Música de Bogotá “Bogotá es Beethoven”, hace ya algunos años.

Recuerda que el piano llegó a su vida de una forma muy particular, pues no viene de una familia de músicos y por lo tanto sus influencias no vienen de una generación anterior.

Según ella misma cuenta, su camino al piano comenzó en un viaje que hizo a Miami, Estados Unidos. Fue a visitar a su tía, María Chávez –quien es cantante– y su prima. Todavía era una niña, solo tenía 6 años cuando las notas musicales del instrumento la enamoraron hasta el punto de querer aprender a tocar cada tecla.

“Me pareció muy bonito y en ese momento yo quería aprender, entonces mi tía me enseñó. A ella le pareció que yo tenía potencial para eso y le sugirió a mi mamá que me llevara a tomar clases de piano. Al regresar a Colombia comencé clases en el Conservatorio Nacional y seis meses después tuve clases particulares con una maestra que es muy conocida en Colombia: Ludmila Weber.

Se ha presentado como solista en las ciudades más importantes del país, como Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena, Popayán y Cúcuta, entre otras, realizando conciertos en teatros como el Auditorio de la Biblioteca Luis Ángel Arango, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y el Teatro Colón, en Bogotá; el Teatro Metropolitano, en Medellín, y el Teatro Municipal Enrique Buenaventura, en Cali. Ha tocado también como solista con la Orquesta Filarmónica de Cali, la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, la Orquesta Sinfónica de Caldas, la Orquesta Sinfónica de Eafit y la Orquesta Iberacademy, bajo la tutela de Antonio Vandelli, Débora Waldman y Adrián Chamorro, entre otros.

Durante su carrera ha realizado conciertos y ha participado en festivales en Estados Unidos, Canadá, España y Costa Rica, dentro de los cuales cabe resaltar el Festival de Piano de Gijón, España.

El esfuerzo, la dedicación y preparación han sido sus mayores herramientas para llegar hasta donde ha escalado. Dice que antes de subirse al escenario le dedica entre 5 y 7 horas de ensayo a su repertorio: “el piano para mí es la vida, es el resumen de mi vida, pero aparte es un camino que te forma como ser humano, el arte es un camino espiritual, así que el piano es ese camino que recorro día a día, con disciplina, valores, con las relaciones humanas, con la educación, con esa entrega del público”.