A través de una carta abierta el vicepresidente Angelino Garzón reiteró en que el camino de firma los mínimos humanitarios con el Gobierno colombiano es el correcto.
La declaración la realizó luego de los argumentos de Pablo Catatumbo, un de los voceros de la guerrilla de las farc en La Habana, Cuba, de estar dispuestos a estudiar la firma de unos mínimos humanitarios con el Gobierno colombiano.
Así mismo nombró una lista de compromisos que deben tener en cuenta la geurrilla tanto de las Farc como el Eln:
1. Poner fin al secuestro y dejar en libertad de manera inmediata y sin ningún tipo de condición a todas las personas secuestradas.
2. Finalizar la colocación de minas de la muerte o antipersonales y contribuir con el Estado y la comunidad internacional al desminado humanitario de zonas agrarias afectadas.
3. No reclutar de manera forzosa a menores de edad y permitir su desmovilización con la ayuda de la Unicef y el ICBF.
4. Acabar todo tipo de actos violentos y terroristas contra la población civil y la infraestructura económica y social del país.
Garzón indicó que está seguro que al cumplirse este tipo de compromisos se le demostrará a la población cpolombiana, al Estado y a la Comunidad Internacional que hay voluntad de participar pacíficamente en política.
De igual manera nombró una serie de puntos para que el Gobierno Nacional ttenga en cuenta y cumpla:
1. El respeto por la integridad física de los guerrilleros y guerrilleras que se comprometan con el cumplimiento de esos mínimos humanitarios.
2. El respeto de manera integral de los derechos humanos de guerrilleros y guerrilleras que están privados de la libertad.
3. Mayor inversión social en aquellas regiones agrarias y ciudades donde exista mucha pobreza y miseria.
4. Apoyo en la desmantelación de bandas y organizaciones criminales que con sus amenazas y asesinatos quieren eliminar físicamente la actividad de sindicatos, de organizaciones de derechos humanos, de luchadores y luchadoras por la restitución de tierras y de movimientos políticos de izquierda como Marcha Patriótica y la Unión Patriótica.
Como Vicepresidente de la República considero que si la guerrilla de las farc y el Gobierno de Colombia aceptaron voluntariamente dialogar en La Habana, Cuba, lo hicieron para llegar de manera civilizada y respetuosa a la firma de un acuerdo de paz que le permita poner fin al conflicto armado interno y no para hacerse daño recíprocamente y menos para ver quién vence a quién. Sin embargo, es de público conocimiento que en este camino hacia la paz no se está al margen de lo que pasa en Colombia, donde desafortunadamente existen sectores radicales, tanto en las guerrillas como en la extrema derecha que quieren que se rompan dichos diálogos porque al final para ellos es más rentable la violencia que la paz.