En el 2010 todo el panorama político fue eclipsado por el uribismo, sumados los 28 senadores de La U más los 22 conservadores a la elección de Juan Manuel Santos, promovida tercamente por el presidente Uribe y el hoy senador José Obdulio Gaviria, contra la opinión de Fabio Echeverri Correa.
Esa mermelaíta se perdió. Hoy la situación es totalmente diferente. Veamos: el Partido de La U sin Uribe, pero dirigido por Ñoño Elías y Musa, obtiene apenas 21 senadores; el liberalismo, que aspiró obtener las mayorías con más de 25 curules para reponerse de la derrota que hace 4 años le propinó el uribismo, solo llegó a 17 curules, las mismas que alcanzó estando en la oposición. Como dicen los muchachos, esa mermelaíta se perdió.
A pesar de las encuestas. El conservatismo, con dificultades para definir candidato presidencial, ya que por un lado tiene a Marta Lucía Ramírez, apoyada por las bases, y por la trastienda merodeando la candidatura reeleccionista de Santos, apoyada por el tren de la Costa, capitaneado por el fincho Cepeda, próximo presidente del Senado, y Roberto Gerlein, partido que logró 19 curules, a pesar de los vaticinios nefastos que le daban los encuestadores, quienes prácticamente hicieron invisible esta colectividad, movidos por el deseo de ver a sus correligionarios salvándose de una hecatombe inventada por ellos, cuya única tabla de salvación del naufragio es el barco del santismo, que tambien hace agua, pues nadie se atrevió a mostrarlo en las parlamentarias; cuando en todas las encuestas existen 2 constantes: la mayoría de los colombianos no quiere la reelección y, la otra, es que la intención del voto por el Presidente Candidato se queda estancada en el 25%.
El Centro Democrático. En Colombia nació un partido, el de la generación del 14, criado en la aridez del desierto de la oposición, logrando un óptimo resultado por tratarse de una disidencia a la propia Casa de Nariño, propiedad ahora de quienes le ayudaron a Juan Manuel Santos a construir sobre sus hombros la victoria hace 4 años, cuando en medio de un aguacero que duró 26 horas por todo el país, sacó 9 millones y medio de votos, luego de sentarse a manteles con el Presidente del sindicato de la Registraduría para asegurar con ello la transparencia de los resultados.
Los mitos... y lo insólito. Claudia Nayibe López barrió a Antonio Navarro, que solo alcanzó 55 mil votos, siendo el único cabeza de lista que, con Carlos Fernando Galán, no sacaron la mayor votación dentro de su partido. Sin embargo, Carlos Fernando le ganó a Juan Manuel Galán, pero el máximo elector de Cambio Radical fue el “olímpico” Arturo Char. El Partido Comunista no pudo elegir senador a Carlos Lozano ni a Jaime Caicedo representante a la Cámara. Y como algo insólito blanquearon a los negros, ya que en su representación eligieron dos “monos albinos”, uno de Yumbo, Moisés Orozco, y María del Socorro Bustamante
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