G-20 presiona a Rusia por la crisis de Ucrania | El Nuevo Siglo
Lunes, 17 de Noviembre de 2014

Los países occidentales presionaron al presidente ruso, Vladimir Putin, por la crisis de Ucrania en un G20 celebrado este fin de semana en la ciudad australiana de Brisbane, que ha decidido tomar medidas para reactivar la economía y el empleo.

Los países de las economías más avanzadas del planeta también han dado un impulso importante a la lucha contra el cambio climático y se han comprometido a "erradicar" el virus del Ébola.

Sin embargo, la crisis en Ucrania ha acaparado buena parte de las conversaciones entre bambalinas de las economías occidentales, en particular Estados Unidos, la Unión Europea, y la anfitriona, Australia.

"Yo pienso que lo bueno durante este G20 ha sido el mensaje muy claro que los países de la Unión Europea y Estados Unidos transmitieron a Rusia", dijo el primer ministro británico, David Cameron al término de la cumbre, mientras que el presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió a Putin que su país corre el riesgo de quedarse aislado si no cambia su posición. Además de ser castigado con más sanciones.

"Putin estuvo poco activo en los debates", dijo el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, partidario como el resto de sus socios occidentales de "preservar la integridad" de una Ucrania amenazada por el conflicto separatista del este del país apoyado por Moscú, que en marzo se anexionó Crimea.

El líder ruso no esperó a que terminara la reunión para regresar a su país.

Compromiso económico

En el plano económico, los países del G20 se comprometieron a trabajar para crecer un 2,1% más de lo previsto para 2018 para lo que invertirán más, fomentarán el comercio y la competitividad y crearán empleo, e inyectarán a la economía dos billones de dólares más, que se acompañarán de políticas macroeconómicas.

Otro compromiso de los países industrializados y emergentes, que representan el 85% de la riqueza mundial, es la lucha contra la evasión y erosión fiscal de las multinacionales y los paraísos fiscales, que han vuelto a la primera plana de la actualidad con el escándalo Luxleaks en Luxemburgo, en el que numerosas empresas pactaron en secreto para pagar menos impuestos en el Gran Ducado cuando el actual presidente de la Comunidad Europea, Jean-Claude Juncker, era primer ministro.

Las ONG han criticado que se trate de un paso demasiado "tímido". "El G20 reconoce los fallos del sistema financiero, pero ignora las verdaderas soluciones", lamentó Financial Transparency Coalition, una red de nueve ONGs especializadas. /AFP