Mientras el Gobierno nacional adelanta diálogos con las Farc, también viene trabajando en la fusión de los servicios de Inteligencia para fortalecer su accionar contra las más graves amenazas al Estado: Bacrim, narcotráfico y guerrillas.
Aunque se trata de una idea que se viene trabajando desde hace varios años, la creación de un centro de fusión y análisis de actividades de Inteligencia y Contrainteligencia ya toma cuerpo. El objetivo principal es coordinar y apoyar las actividades de la Junta de Inteligencia Conjunta.
El centro estará compuesto por analistas de cada uno de los organismos que llevan a cabo estas actividades en las Fuerzas Militares y la Policía Nacional. También estaría el director de la Unidad de Inteligencia y Análisis Financiero (Uiaf); y el director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), organismo que reemplazó al desaparecido DAS.
Con la fusión de las agencias se busca que la información recolectada no podrá ser obtenida con fines distintos a asegurar la consecución de los fines esenciales del Estado: vigencia del régimen democrático, la seguridad y defensa de la Nación, y prevenir amenazas contra los civiles y entidades estatales. Aterrizando ya el tema, el objetivo es coordinar los esfuerzos para que los golpes a las redes de terrorismo, narcotráfico, secuestro, tráfico de armas, municiones y explosivos sean más estructurales y contundentes, en la medida en que se capture y judicialice a todos los eslabones del ilícito, desde el más pequeño hasta el cabecilla.
Para la Fuerza Pública es claro que los violentos tienen como principal blanco a victimar a los civiles.
Factores potencializadores
El Inspector General del Ejército, general Jaime Esguerra Santos, quien se desempeñaba como Jefe de Operaciones del Ejército Nacional, dijo recientemente en un foro de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, que “el país en este momento tiene unas amenazas y unos potencializadores de esas amenazas. La principal amenaza es el grupo terrorista de las Farc -que pasa por una coyuntura ante una ofensiva militar y un proceso de paz-; la segunda amenaza es Eln, que ha sido golpeado durante los últimos años y que también estaría dispuesto a sentarse en una mesa de negociación; y la tercera, unas bandas criminales que han sido crecientes a lo largo y ancho del país, bandas criminales que mutaron de un proceso de paz con las Autodefensas Unidas de Colombia; y un crimen organizado que todavía es muy peligroso en el país”.
El General agregó que “hay unos potencializadores que alimentan esas amenazas y uno de ellos, y para nadie es un secreto, es el narcotráfico”.
Sin embargo, el alto oficial precisó que los grupos armados al margen de la ley también se están diversificando y por ello el narcotráfico ya no es el principal potencializador de esas amenazas, “sino que se pegaron a la minería ilícita”.
Señaló el Inspector General del Ejército “donde hay zonas mineras en el país, donde se desarrolla la minería ilegal ilícita, ahí están llegando Farc, Eln y Bacrim”.
Insistió en que otro potencializador es la extorsión, pues las Farc, Bacrim, crimen organizado y delincuencia común reciben millonarias sumas de dinero por este concepto.
Sin embargo, Esguerra Santos aclaró que debido a la estrategia implementada por el Gobierno contra el secuestro, este flagelo ha disminuido en el país en un 97 por ciento.
El contrabando es otro factor desestabilizador, especialmente en el norte del país.
Para el Inspector General del Ejército, otro factor desestabilizador y que fortalece las arcas de todos estos grupos ilegales es el lavado de activos. “El lavado de activos es un tema que poco miramos los militares… ¿Dónde están los dineros de las Farc?... ¿Dónde están los dineros de las bandas criminales…?”, se preguntó Esguerra Santos.
Activos estratégicos
Toda la estrategia de reforma al sistema de Inteligencia y Contrainteligencia va dirigida a mejorar la seguridad de los principales activos estratégicos del país.
“El país en este momento cuenta con unos activos estratégicos muy importantes: el primero es la infraestructura energética, minera, vial y de hidrocarburos. Aquí está el crecimiento económico del país”, aseguró Esguerra Santos.
Afirmó que “Colombia ha venido creciendo entre el 5 y el 7 por ciento en los últimos años gracias a esa actividad”.
Un segundo activo estratégico es el tema de restitución de tierras a los campesinos que les ha sido arrebatada por la amenaza terrorista de las Farc, del Eln y de las bandas criminales. “Es un activo que está dentro de la Ley de Víctimas y que, obviamente, es supremamente importante en el momento”.
En cuanto a las fronteras, Esguerra Santos, afirmó que “es otro tema estratégico. El Gobierno viene trabajando para fortalecer las relaciones con nuestros vecinos, porque entendemos que son fronteras activas económicamente”.
Para el Inspector General del Ejército otro tema que poco analizan y tratan las Fuerzas Militares, y que está dentro de los objetivos estratégicos, tiene que ver la ciberdefensa, la ciberguerra y el ciberespacio, que ya se trabaja a través del Ministerio de Defensa.
De acuerdo con los expertos, la ciberguerra es una guerra sin ruido, tanques o aviones. No hay nada más peligroso que detectar, defenderse y recuperarse en caso de un ciberataque contra sistemas críticos de la Nación. Por eso, siempre hay urgencia de reducir las vulnerabilidades en este campo.
Acelerantes
Toda esta estrategia hace parte del desarrollo de los lineamientos de y recomendaciones que hizo el grupo de revisión estratégica e innovación de la estrategia castrense.
Según Esguerra Santos “para acelerar esta campaña militar y llevar a la amenaza terrorista a la coyuntura política que tenemos en el momento de sentarnos en una mesa de negociación, se adoptaron unos acelerantes, entre ellos: un grupo asesor de campaña que va a trabajar temas de desmovilización, temas de acción integral, de consolidación, temas de comunicación estratégica y de defensa jurídica.
También se trabaja con un grupo asesor operacional muy importante para las Fuerzas Militares y se cuenta con asesores jurídicos que trabajan en el marco de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario”.
“Se trata de asesores operacionales que están de la mano de la tropa en cada una de las áreas de retaguardia estratégica y donde desarrollamos la campaña militar. Luego ahí hay un acelerante que nos muestra legalidad y legitimidad en las operaciones que desarrollamos”, acotó el alto oficial.
Reveló que “estamos mirando como acelerante también fusionar la Inteligencia militar y de Policía. Es decir, los servicios de inteligencia del Ejército, la Armada Nacional, de la Fuerza Aérea y de la Policía Nacional y la creación de un grupo operativo de investigación criminal”.
El general reveló que la Policía entregó a las Fuerzas Militares 51 grupos de Policía Judicial para adelantar los procesos de judicialización de las operaciones que se adelantan contra los grupos armados ilegales.
Estos grupos de la Policía están en las Divisiones, Brigadas y Fuerzas de Tarea a todo lo largo y ancho del territorio nacional, haciendo la labor de Policía Judicial en los actos urgentes en la judicialización de las redes de apoyo de Farc, Eln y Bacrim.
La presencia de la Policía Judicial en las operaciones militares permite establecer los procesos de legalidad y transparencia en todo procedimiento.
Paralelo a ello, también se trabaja en el tema de las reglas de enfrentamiento. Ello a través de un marco jurídico que hace tránsito en el Congreso, mediante la reforma al fuero militar.
“Hay un gran interés en las Fuerzas Militares por esa reforma, para que los oficiales, suboficiales y soldados tengan en claro el marco jurídico en el desarrollo de las operaciones y cuáles son las reglas de enfrentamiento dentro del conflicto y las garantías que tienen”
Aseguró que todo ello se debe a que “el centro de gravedad para las Fuerzas Militares es la legitimidad y la legalidad. Ese esfuerzo no es nuevo y por esta razón agradecemos al Gobierno y estamentos por la colaboración que hemos recibido en materia de respeto a los derechos fundamentales de los colombianos y extranjeros que residen en el país. Esta ayuda nos alimenta mucho para trabajar de la mano con los derechos humanos y el derecho internacional humanitario”.
Reforma táctica
Para la cúpula de la Fuerza Pública esos ajustes resultan claves pues es urgente adecuarse a las necesidades y exigencias que plantea el cambio de táctica del enemigo ante la eficacia de las tropas.
“Ahora las Farc operan en pequeños comandos de dos y tres hombres y acuden a los francotiradores, las minas antipersonal y los campos minados para causar importantes bajas a las tropas”, dijo a EL NUEVO SIGLO un alto oficial de Inteligencia castrense.
Agregó que las Farc están trabajando en la “compartimentación de la información”, para evitar que sea delatada la ubicación de los cabecillas y sus campamentos; también trabajan para volverse invisibles durante ataques a la Fuerza Pública con operaciones tipo comando ejecutadas por uno, dos y máximo tres hombres”, explicó.
Insistió que el máximo comandante de esa guerrilla, alias Timochenko impartió instrucciones para que en los campamentos transitorios no haya más de ocho subversivos. La orden fue dada después de lo ocurrido en Vista Hermosa, Meta, en donde, gracias a la información dada por uno de los escoltas de un comandante de frente a la Policía, se supo que en zona montañosa se adelantaba una “cumbre guerrillera”. Gracias a esa información, el campamento de instrucción fue bombardeado, muriendo 33 guerrilleros, entre ellos siete mandos de frente.
Igualmente, ahora los puestos de vigía permanente en la noche están ubicados a más distancia de los campamentos madre, lo que permite a la subversión reaccionar con más rapidez cuando escuchan los aviones y helicópteros militares y policiales.
Igualmente durante las operaciones contra la llamada “retaguardia estratégica” de las Farc, las tropas han encontrado más túneles, zanjas de arrastre y cuevas… Todo ello hace parte de la estrategia para evadir los bombardeos.
“… También trabajan en el perfeccionamiento de morteros artesanales y, sobre todo, en las espoletas para dar dirección a los cilindros-bomba… Hay más granadas para mortero y de fragmentación… También están las trampas instaladas para contaminar a soldados y policías con productos químicos e incluso con materia fecal”, precisó la alta fuente consultada.
En Bogotá
“Cada día las trampas de la guerrilla son más sofisticadas, pues cuando no producen la muerte de los uniformados, hay graves lesiones, generalmente con pérdida de extremidades”, precisó el alto cargo de Inteligencia militar.
Reveló que ahora las Farc cuentan con tecnología de punta y expertos en la construcción de nuevas minas antipersonal más difíciles de detectar y con un mayor poder de destrucción.
No es un hecho aislado. El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Luís Eduardo Martínez, explicó a EL NUEVO SIGLO que recientemente fueron encontradas en el sur de la ciudad unas “minas antipersonal con temporizador y que se activan por el sistema de alivio de presión…”.
“Los daños son enormes con esta nueva mina antipersonal, pues atrapa de lleno a los uniformados”, precisó Martínez.