El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño confió en que Colombia respete un acuerdo firmado el año pasado sobre fumigaciones aéreas con glifosato (herbicida) para erradicar cultivos ilícitos en la frontera binacional, después de que Bogotá anunciara el reinicio de las aspersiones.
"Hay un acuerdo con Colombia que establece que cualquier aspersión deberá hacerse más allá de 10 kilómetros de la frontera con lo cual nosotros esperamos que no haya ninguna afectación a nuestro país", señaló Patiño en declaraciones a la agencia pública del gobierno Andes.
Agregó que en el caso de que Colombia incumpla el acuerdo o si se producen afectaciones al territorio ecuatoriano, tendría que reunirse de inmediato una comisión binacional, encargada del tema, para analizar el caso.
Sin embargo, "esperamos que no sea así y que Colombia sea respetuoso del acuerdo, no creemos que lo vayan a incumplir, partimos de una base de confianza", afirmó el jefe de la diplomacia ecuatoriana.
La postura del gobierno ecuatoriano se produce apenas horas después de que el general Ricardo Restrepo, director de la Policía Antinarcóticos de Colombia, anunciara que el próximo 15 de febrero se reanudará la aspersión de cultivos ilícitos en poblaciones colombianas.
La erradicación y la aspersión se centrará en los departamentos de Putumayo, Norte de Santander, Antioquia, Chocó, Caquetá, Meta, Nariño y Guaviare, donde existen cultivos de coca.
La reanudación de las fumigaciones se da cuatro meses después de que se suspendiera el proceso a raíz de incidentes provocados por guerrilleros de las Farc que atacaron dos aeronaves.
Las aspersiones deberán sujetarse a un acuerdo suscrito en 2013 por los gobiernos de Ecuador y Colombia, que puso fin a un litigio que mantenían en la Corte Internacional de Justicia.
La disputa se originó en 2008 cuando Quito demandó a Bogotá por las fumigaciones que hizo en su territorio con glifosato, un herbicida nocivo para la salud de los seres humanos.
El gobierno ecuatoriano consideró aquello como una violación a su soberanía por la afectación causada a cultivos y a la salud de los habitantes en la zona de frontera.
El acuerdo de conciliación establece que Colombia podrá reanudar sus aspersiones a no más de 40 metros de altura y respetando una franja de 10 kilómetros de frontera con Ecuador.
Esta zona de exclusión podrá reducirse a cinco kilómetros en el segundo año y hasta dos kilómetros en adelante, siempre y cuando una "Comisión Científica Binacional" compruebe y certifique que el glifosato no llegue a territorio ecuatoriano.