Lunes, 30 de Marzo de 2015
La seguridad de algunas cárceles viene mostrando una serie de problemas de fondo, al punto que en los últimos dos años se han registrado 10 fugas y que, dadas las condiciones de hacinamiento e infraestructura, podrían ser más frecuentes.
Así quedó demostrado con la fuga de Cristopher Chávez Cuéllar, conocido como ‘El desalmado’, de la cárcel de mediana seguridad Las Heliconias de Florencia (Caquetá) sindicado de ser autor del infame asesinado de los 4 hermanitos Vanegas Grimaldo, de 4, 10, 14 y 17 años de edad.
A juicio de la Defensoría, en muchas de estas cárceles la realidad es tan compleja que los presos no se han querido fugar por la necesidad que tienen de pagar su condena, pero el día que quieran escaparse me temo que la actual infraestructura no lo podría impedir.
Para la Entidad, sin perjuicio de la responsabilidad penal o disciplinaria que pueda asistir a los funcionarios públicos que, por acción o por omisión, permitieron la fuga de hoy, hechos de este tipo son fruto de una profunda crisis del sistema carcelario a la que las autoridades gubernamentales no han dado la atención debida.
Resulta preocupante que en la última década la población carcelaria se duplicó, al pasar de los cerca de 62.000 a los 118.000 reclusos, sin que dicho incremento se viera acompañado de un aumento proporcional de los cupos carcelarios ni del personal de guardia.
Si se tiene en cuenta que el cuerpo de custodia y vigilancia del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) presta sus servicios en turno de 24 horas, es fácil advertir que la vigilancia de los 118.000 reclusos del país apenas es ejercida por 6.172 funcionarios, lo que supone un promedio de 20 reclusos por guardia.
Incluso, dicha cifra resulta mucho menor si se tiene en cuenta que un número considerable de miembros del personal de guardia está adscrito a funciones de carácter administrativo al interior de los centros penitenciarios, de modo que la custodia efectiva de los reclusos es ejercida por un número insuficiente de funcionarios.
Durante sus permanentes visitas a las cárceles en todo el país, funcionarios de la Defensoría del Pueblo han podido advertir que en varios centros de reclusión la custodia de un patio de hasta 100 internos es ejercida por un único funcionario.
Aunque en la cárcel Las Heliconias de Florencia donde ocurrió la fuga de ‘El desalmado’ no se presenta una sobre población de reclusos, muchas de las fugas registradas en los últimos años han sido producto del desbordado hacinamiento carcelario, que actualmente ronda el 53%, aunque un año atrás llegó hasta el 60%.
A juicio de la Entidad, la fuga de ‘El desalmado’ deja en evidencia otra cara de la crisis carcelaria y que las medidas tomadas han resultado insuficientes para abordarla. Por ello, la Defensoría reiteró el llamado al Gobierno Nacional para que decrete el estado de emergencia social, con miras a conjurar la grave crisis humanitaria que se evidencia en la mayor parte de los centros carcelarios del país, porque con los mecanismos ordinarios resultará imposible.
Finalmente, la Defensoría del Pueblo le hizo un llamado a las autoridades civiles y de policía de Caquetá para que les brinde las medidas de seguridad necesarias a los integrantes de la familia Vanegas Grimaldo para evitar situaciones lamentables por las posibles represalias que el prófugo pudiera llegar a tomar.