La articulación de las diferentes especialidades de la Policía Nacional, permitió ubicar en cuatro operativos diferentes, 280 kilos de cocaína que “El Clan Úsuga” pretendía enviar al puerto de Cartagena, escondidos en madera prensada.

La Seccional de Investigación Criminal de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, ubicó el aserrío donde los narcotraficantes trabajaron en el camuflaje y cargue de la droga en el municipio de Rionegro (Antioquia). Allí los Caninos de la Dirección de Carabineros indicaron el contendor que almacenaban los listones, y aunque estaban impregnados con un químico para que el clorhidrato no emitiera olor, los perros dieron la señal positiva al hallazgo.

En la bodega fue encontrado material de carpintería y ebanistería que durante 5 días utilizaron los narcotraficantes para realizar enchapes de madera y así evitar que las autoridades detectaran el alucinógeno. En ese primer operativo, fue capturado el conductor de un tractocamión que iba a transportar el alcaloide.

Con la información del decomiso, se desplegaron operativos en la troncal del norte. En Sahagún (Córdoba), Sampués (Sucre) y en Cartagena (Bolívar), fueron localizados los otros 3 vehículos sospechosos de movilizar la sustancia ilegal.

En los registros, los perros antinarcóticos de la Dirección de Carabineros detectaron la cocaína, que en todos los casos cumplía las mismas características, porque estaba recubierta de madera e impregnada. Los conductores de los vehículos fueron detenidos.

Según las investigaciones, los 280 kilos decomisados en las diferentes operaciones, eran del “Clan Úsuga”, que pretendía embarcarlos en el puerto de Cartagena para enviarlos rumbo a Centroamérica, donde contactos de la banda criminal esperaban el cargamento.

Las pesquisas se dirigen a establecer la participación de trabajadores de la empresa transportadora y del aserrío, en la adecuación de la madera y el diseño de esta estrategia de engaño.

Con este resultado la Policía Nacional evita que esta banda criminal reciba recursos ilícitos para financiar homicidios, extorsiones y todo su engranaje delincuencial. Según cálculos de los investigadores, la droga en el mercado internacional podría superar los 5 mil millones de pesos.