Australia desmanteló un "complot terrorista" presuntamente islamista destinado a "hacer caer un avión" con un explosivo y detuvo a cuatro sospechosos en Sídney, anunció este domingo el primer ministro australiano Malcolm Turnbull.
"Hubo una gran operación conjunta de contraterrorismo para detener un plan terrorista destinado a hacer caer un avión", dijo a la prensa el mandatario australiano.
Añadió que se implementaron medidas de seguridad adicionales en todos los aeropuertos australianos, tanto domésticos como internacionales.
El gobierno australiano no precisó si el presunto plan apuntaba a un vuelo doméstico o internacional, pero el diario Sydney's Daily Telegraph indica que el objetivo era una ruta interior.
Los cuatro hombres detenidos el sábado en Sídney en distintos operativos estaban vinculados a un complot "de inspiración islámica", indicó el comisionado de la policía federal Andrew Colvin.
"En días recientes, los servicios policiales tomaron conocimiento de informaciones relativas al plan de varias personas para perpetrar un ataque terrorista utilizando un artefacto explosivo improvisado", señaló.
Sin embargo, agregó que la policía no disponía aún de "una cantidad importante de informaciones acerca del ataque específico, el lugar y la fecha" y aclaró que la investigación del caso será "larga y prolongada".
Turnbull dijo que el presunto plan parece pertenecer "a la categoría de un complot elaborado" más que a la acción de un lobo solitario.
Combatir la radicalización
Canberra elevó el nivel de alerta terrorista en septiembre de 2014 e introdujo nuevas leyes de seguridad nacional de cara a preocupaciones crecientes sobre ataques de individuos inspirados por organizaciones como el Estado Islámico.
La policía antiterrorista también realizó una serie de arrestos desde 2014 y asegura haber evitado en los últimos 12 años ataques terroristas en territorio australiano antes de este último.
Sin embargo, la policía no logró evitar algunas acciones de ese tipo, incluyendo un asalto a un café que terminó con dos rehenes muertos en 2014 y la muerte en 2015 de un empleado policial por un joven de 15 años.
En diciembre pasado, la policía australiana detuvo a siete personas que proyectaban varios atentados el día de Navidad en el centro de Melbourne, un complot terrorista inspirado en el grupo yihadista Estado Islámico (EI) según las autoridades.
Los detenidos proyectaban atacar con explosivos, armas de fuego y cuchillos, varios lugares emblemáticos de Melbourne, como la estación, la Plaza de la Federación y la catedral de San Pablo.
La policía antiterrorista ha efectuado numerosas detenciones desde finales de 2014. La edad (todos muy jóvenes) y el nivel de radicalización de las personas arrestadas preocupan sobremanera a las autoridades.
El gobierno también ha tomado medidas enérgicas contra los australianos que intentan viajar a zonas de conflicto, entre ellas Siria e Irak.
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