El británico Chris Froome, ganador de la última edición del Tour de Francia y con aspiraciones a retener su corona, afirmó este jueves que la ronda gala que parte el sábado de Leeds será "una gran batalla hasta el final" frente a un Alberto Contador "mucho más competitivo".

A poco de la largada en su tierra, Froome reconoció que empieza a sentir la presión sobre su espalda.

"Evidentemente, hay una presión muy fuerte, dado que soy el defensor del título y que vamos a largar desde nuestro país ante una gran cantidad de aficionados, pero tomo eso como una energía cálida y positiva", dijo Froome en conferencia de prensa este jueves.

El hombre criado en Kenia sabe que esta vez el español Alberto Contador, dos veces ganador de la Grande Boucle (2007, 2009) tiene piernas más fuertes y será una amenaza constante, como se lo demostró en el Dauphiné, atacándolo constantemente en la montaña hasta hacerle perder su rueda.

"Alberto mostró que es mucho más competitivo que el año pasado. Su temporada hasta ahora fue tranquila y obtuvo muchos buenos resultados. Pero como todos mis rivales, vamos a levantar nuestro nivel y va a ser una gran batalla hasta el final", consideró el ciclista de 29 años.

El británico estima que la carrera será extremadamente difícil por "la estructura del recorrido y la diversidad de desafíos que nos esperan, con empedrado, etapas con trampas, cinco llegadas en altura, una contrarreloj de 54 kilómetros".

Por ello, Froome evita hablar de título para no caer en una propia trampa que lo someta a una enorme presión, especialmente estos días donde la tierra de su familia se ha vuelto un loquero para los amantes del Tour en Gran Bretaña.

"No puedo decir 'voy a ganar el Tour', pero sí puedo asegurar que voy a dar todo para lograrlo", comentó el jefe de filas del equipo Sky, enviando un mensaje de confianza a sus fanáticos.