El papa Francisco, al que han bautizado el "pontífice de los pobres", recibió en el Vaticano al presidente del Banco Mundial, el estadounidense Jim Yong Kim, con el que desea combatir el hambre en el mundo.
"Lo que pregona el papa contra la pobreza y a favor de la inclusión es lo mismo que nosotros pedimos", aseguró Kim a la prensa al término de la audiencia con el pontífice argentino.
"Hablamos de trabajar juntos, de encontrar vías para fomentar un movimiento social a favor del progreso", dijo.
Kim, quien trabajó muchos años en América Latina y habló con el papa en español, sostiene que el argentino Francisco se ha convertido en la poderosa voz de los pobres en el mundo desde que fue elegido papa en marzo pasado.
"Su liderazgo y participación en el movimiento global para poner fin al hambre en el mundo es extremamente eficaz", aseguró.
"Francisco es un gran defensor de esa causa", agregó.
Kim conversó por 25 minutos con el papa en su estudio privado del palacio apostólico.
Desde su elección Francisco ha pedido en varias ocasiones una mejor distribución de los recursos económicos y denunciado el "capitalismo salvaje", que ha aumentado la brecha entre ricos y pobres.
Al exigir que la iglesia respete esos principios de sobriedad y sencillez, el papa se ha convertido en un emblema mundial.
Kim, de origen de Corea del Sur, desde hace un año dirige el banco, entidad que se fijó como prioridad disminuir antes del 2030 el porcentaje de personajes que viven con menos 1,25 dólar al día.