El papa Francisco, al calificar en el Vaticano la masacre de armenios de 1915 como "primer genocidio" del siglo XX, "no quiso suscitar animosidad", sino invitar a las partes -turcos y armenios- a "acercarse", subrayó el viernes el primer ministro del papa, el cardenal Pietro Parolin.
"El papa habló de manera muy clara y al mismo tiempo discreta de ese tema", estimó el secretario de Estado, el día de la conmemoración en Ereván de las masacres.
Parolin habló al margen de la conferencia de Padua (norte de Italia) sobre las declaraciones del papa, el 11 de abril en la basílica de San Pedro, que causaron furor en las autoridades turcas.
El Vaticano estaba representado el viernes en la capital armenia por el cardenal suizo Kurt Koch, presidente del Consejo pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos.
"Francisco habló como siempre en términos de reconciliación como lo explicó en el avión de regreso de Turquía (en noviembre pasado). Si nosotros recordamos tales acontecimientos, no es para provocar más animosidad sino para invitar a todas las partes (...) a acercarse, a dar una interpretación común de la Historia, e encontrar motivos de entendimiento", dijo Parolin.
Para el cardenal y teólogo alemán Walter Kasper, allegado al papa Francisco, "la violencia que afectó a las poblaciones (cristianas de Oriente Medio) parece no cesar nunca".
"Pasaron cien años (...) Hoy se desarrolla una nueva página de muerte de cristianos de Oriente (...), hoy como entonces hay deportaciones, masacres, secuestros, y se realiza la venta de mujeres y niños", afirmó.
Esta "página vergonzosa" del "genocidio de los armenios" fue "cerrada con mucha precipitación", subrayó.