El papa argentino Francisco instó a luchar "con determinación" contra los curas pedófilos al confirmar la línea de rigor adoptada por su predecesor Benedicto XVI contra uno de los escándalos que más han desacreditado a la Iglesia católica.
El pedido del pontífice latinoamericano fue hecho al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Gerhard Muller, encargado de tales denuncias.
"El Santo Padre recomendó en particular que se continúe con la línea de su predecesor Benedicto XVI de actuar con determinación en los casos de abusos sexuales", informó en un comunicado el Vaticano.
Es la primera vez que el pontífice argentino se pronuncia sobre las miles de denuncias en todo el mundo contra curas pederastas y que afectaron gravemente en el último decenio el prestigio de la milenaria institución.
El papa Francisco confirmó que preconizará la tolerancia cero como Benedicto XVI e invitó a la jerarquía de la Iglesia a promover "ante todo medidas de protección de los menores", subraya la nota divulgada por la oficina de prensa de la Santa Sede.
Francisco invitó también a que se "ayude a todos aquellos que han sido víctimas de violencia en el pasado".
El nuevo pontífice, elegido el pasado 13 de marzo para reemplazar a Benedicto XVI tras su renuncia, instó a que se impulsen "los procedimientos debidos contra los culpables", una lucha que considera importante "para la Iglesia y su credibilidad", sostiene la nota.
A las conferencias episcopales de todos los países invitó a "formular y adoptar" las directivas establecidas, y reiteró que "reza en modo particular" por "el sufrimiento" de las víctimas de abusos.
El escándalo de los sacerdotes que abusaron de niños y adolescentes estalló primero en Estados Unidos a comienzos de los años 2000.
Luego afectó a las Iglesias de varios países de Europa, sobre todo en Irlanda donde se registraron miles de casos de abusos.
La mayoría de los casos datan de las pasadas décadas, pero al delito de estos sacerdotes venía a sumarse otro: el silencio que cubría los hechos. Algunos curas eran trasladados o protegidos por los obispos.
La Iglesia de América Latina también conoció una serie de escándalos. El más célebre fue el del fundador mexicano del movimiento ultraconservador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, culpable también de abusos sexuales.
El papa Benedicto XVI pidió perdón en varias ocasiones en nombre de la Iglesia a las víctimas e impulsó la tolerancia cero, imponiendo que los crímenes de pedofilia fueran denunciados ante las autoridades judiciales, lo que no se cumple en todos los países, prefiriendo muchas veces ocultarlos con millonarias indemnizaciones.
En mayo de 2011, la Congregación para la Doctrina de la Fe dio el plazo de un año a las conferencias episcopales del mundo entero para adoptar las líneas directrices en materia de lucha contra la pedofilia, que obligan a colaborar con la justicia civil.
El nuevo promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Robert Oliver, quien tomó posesión hace pocos semanas del cargo que fue por 10 años de monseñor Charles Scicluna, recordó recientemente que es "obligatorio" para todas las iglesias dirigirse a las autoridades civiles en los casos de abusos sexuales cometidos contra menores por miembros del clero, "aunque cada país tenga su propia legislación".
"Vale para todos", dijo.
Según Oliver, en los últimos 3 años, la congregación del Vaticano recibió 600 denuncias al año por abusos sexuales cometidos por religiosos o sacerdotes en contra de niños.
La mayor parte de los delitos se verificaron entre 1965 y 1985. Un pico en el número de denuncias se registró en 2004, con 800 casos indicados.
Las denuncias provienen "de todas las partes del mundo sin grandes diferencias", subrayó.
La voluntad de limpieza por parte de la iglesia de Estados Unidos ha sido demostrada por el cardenal estadounidense Sean O'Malley, fuertemente comprometido en la lucha contra la pedofilia, quien considera que los obispos culpables de cubrir los abusos deben ser penalizados también y pidió, antes del cónclave para la elección del Papa, políticas claras al respecto.
Frente a la respuesta vaticana dada al fenómeno, la asociación estadounidense de víctimas, Snap, manifiesta escepticismo.
"Queremos actos y no palabras", pidieron este viernes en un comunicado.
"Algunos consideran un progreso que el nuevo Papa se refiera a la pedofilia en el primer mes de su papado. No es así. Se debate desde hace años, decenios, sobre el asunto. Necesitamos pasar a la acción y no seguir hablando", declaró Barbara Dorris, portavoz de Snap, quien tildó de "decepcionantes" las medidas de Benedicto XVI contra los curas pedófilos.
La asociación denunció al Vaticano por "crímenes contra la humanidad" ante la Corte Penal Internacional y pide que se divulguen los nombres de los culpables en internet y que los obispos que han encubierto casos sean denunciados ante la policía.