El papa Francisco lanzó este sábado un feroz ataque contra el crimen organizado durante una visita al corazón de la mafia calabresa en el sur de Italia, la 'Ndrangheta, a cuyos miembros los "excomulgó" de la Iglesia católica.
"La 'Ndrangheta es la adoración del mal y el desprecio del bien común. Hay que vencer a este demonio, expulsarlo", espetó ante las decenas de miles de fieles congregadas en la explanada de Sibari, cerca de Cassano allo Jonio, que irrumpieron en aplausos.
"Aquellos que han escogido esa mala vía, como los mafiosos, no están en comunión con Dios. Están excomulgados", dijo Francisco que se reunió con familiares del pequeño Nicola ("Coco") Campolongo, un niño de tres años, víctima de un ajuste de cuentas en un crimen que conmocionó a Italia en enero pasado.
"Nunca más debe un niño soportar tales sufrimientos", dijo el papa al reunirse con el padre y las abuelas del niño, según el portavoz del Vaticano.
Francisco visitó la región de Calabria pese a los temores de que pueda provocar la furia de los mafiosos. Y se paseó en coche descapotado.
"Rezo por él todo el tiempo. No desesperen", dijo durante la visita a la cárcel de Castrovillari, cerca de Cassano allo Jonio, donde varios miembros de la familia de Coco purgan condenas por delitos relacionados con el crimen organizado.
El niño recibió un tiro en la cabeza en enero, ejecutado con su abuelo y un compañero marroquí de éste por no pagar una deuda relacionada con droga. Sus cuerpos aparecieron calcinados en un coche, dos meses antes de que otro pequeño de la misma edad fuera también asesinado en la vecina región de Puglia.
El viaje del papa a la segunda región más pobre del sur de Italia no solo pretendía recordar a las víctimas infantiles del crimen organizado sino subrayar los problemas que tienen los jóvenes para escapar a los largos tentáculos de la 'Ndrangheta.
El desempleo de los jóvenes menores de 25 años alcanzó el 56,1% en 2013, el más alto de Italia, según Eurostat. En este caldo de cultivo, los mafiosos les ofrecen trabajo atrayéndolos en sus redes.
Según la organización no gubernamental Save the Children Italia, más de un tercio de las familias en el empobrecido sur de la península vive en comunidades controladas por la mafia.
- Los jóvenes deben decir no -
La mayoría de los 200 presos que saludaron al papa argentino en la cárcel de Castrovillari purgan penas por delitos relacionados con las drogas.
Al salir, Francisco se paró a hablar con un grupo de discapacitados que le esperaban fuera de la cárcel, antes de desplazarse en helicóptero a Cassano allo Jonio, situada al pie de una escarpada montaña.
Allí el papa visitó un hospicio antes de compartir un almuerzo de espaghetti y albóndigas con pobres y drogadictos.
"Fuerte es aquel que, una vez que ha caído, vuelve a levantarse", dijo el pontífice a estos últimos.
El papa jesuita hizo un alto para rezar cerca de la ciudad de Sibari donde un sacerdote fue golpeado con una barra de hierro hasta la muerte por un intento de extorsión.
En la misa a la que asistieron más de 250.000 personas al final del día, Francisco advirtió a los jóvenes que deben decir "no" al riesgo de caer en las garras de la mafia.
La determinación con que Francisco enfrenta a la la mafia, hace temer que él mismo pueda ser también víctima de ella.
La mafia calabresa, o N'drangheta, que trafica con parte de la cocaína de América del Sur, es hoy la más rica y la más diversificada de las mafias, con intereses en el norte de Italia y en Europa.
En el pasado se ha beneficiado de sus históricos y generosos lazos con la Iglesia. Muchos sacerdotes cerraban los ojos a sus crímenes.
Pero en los últimos 20 años, muchos religiosos han tomado parte en la lucha contra esta lacra, a veces, pagando incluso con su vida./AFP